Uno de los indicadores adelantados del Producto Bruto Interno (PBI) es la demanda de electricidad. Y aunque el Comité de Operación Econonómica del Sistema Interconectado Nacional (COES) reporta un incremento de la producción eléctrica de 4.4% en enero 2023, respecto a similar mes del año pasado; el desempeño desestacionalizado de este indicador anticipa un escenario de contracción en la actividad económica.
En esa línea, según Thorne & Associates, en términos desestacionalizados, en enero se registró una caída de 2.3% en la demanda eléctrica con respecto a diciembre del 2022. Y en los primeros 13 días de febrero, la caída es de 1% respecto a enero.
Su director, Alfredo Thorne, asevera que el performance del indicador va en línea con la contracción prevista del PBI de 0.9%, en términos desestacionalizados, en el primer trimestre del año (contra el cuarto trimestre del 2022), y la caída de 0.5% respecto del mismo periodo del año pasado.
"Cuando empezaron las protestas sociales, entre el 7 y 19 de diciembre, hubo una caída de la demanda eléctrica, pero la contracción más fuerte entre el 4 y 18 de enero. Podemos entender a la demanda de electricidad como un indicador bastante correlacionado con la actividad económica", apuntó.
Comportamiento anual
De otro lado, Diego Díaz, economista asociado de Macroconsult, explicó que la variación interanual (contra el mismo periodo del 2022) de la demanda de energía en enero y en lo que va de febrero de este año es positivo en alrededor de 6%.
Díaz destacó que hay factores puntuales que han atenuado el impacto de los conflictos sociales, relacionados con las paralizaciones de actividades mineras, en la demanda de energía.
"Ese 6% esconde ciertas tendencias como el impacto en el sur. Quellaveco impulsa la demanda eléctrica y compensa, en parte, las caídas en febrero en la demanda (eléctrica) de otras operaciones mineras como Antappacay (que se vio impactada por las protestas sociales)", apuntó.
Demanda minera
Thorne mencionó que la intensificación de las protestas durante eléctrica de las minas se desacelere de 6.8% en diciembre a 3.7% en enero.
Asimismo, en los primeros 13 días de febrero, se muestra una caída de 4.4% (interanual), explicado por la contracción en las minas Shougang, Yanacocha, Antapaccay, Cerro Verde, Chinalco y Southern.
"Minas grandes como Antapaccay fueron foco de las protestas. Las Bambas, que también tuvo problemas, registró una mayor demanda por electricidad, que fue una sorpresa.
Se puede considerar que lo que siempre ha hecho Las Bambas es seguir produciendo y acumular inventarios, pero no los transportan al puerto, en este caso, por las protestas", apuntó el también exministro de Economía y Finanzas.
El economista explicó, por otro lado, que si bien hay algunas mineras que no fueron directamente afectadas por la convulsión social, estas pudieron reaccionar igual con una reducción de producción,y por lo tanto menor demanda eléctrica, como una medida de prevención.
"No tiene mucho sentido que se reduzca la producción, por ejemplo de cobre, cuando el precio está más alto. Es decir, no hay razones externas para limitar producción. Entonces de la impresión que algunas minas estuvieron atentas a lo que podría pasar, no acelerando producción ni acumulando inventarios", indicó.
Publicado por Gestión: 22 de febrero del 2023.