CAMBIO CLIMÁTICO, LA AMENAZA MÁS CRÍTICA

 

 

Este año, la 27 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2022, la COP27, tiene la misión de renovar y extender los compromisos de los países miembros en pos de mitigar el impacto del calentamiento global. Para ello, se busca lograr planes de acción más concretos, con foco en la implementación y reconocimiento la necesidad de una transición energética justa, una de las prioridades en países en desarrollo como el Perú.

Lamentablemente, esta COP27 tiene que afrontar este reto en medio de una crisis humanitaria y energética generadas por la guerra en Ucrania, con un mayor riesgo de recesión global, una inflación persistente, los efectos adversos del covid-19, entre otros eventos de impacto mundial. En este contexto, se hace más urgente recordar que el Foro Económico Mundial en su último Informe de Riesgos Globales 2022 indica que el fracaso de la acción climática se considera la amenaza más crítica para el mundo, en el mediano y largo plazo. Así, se trata del evento con mayor potencial para dañar gravemente las sociedades, las economías y el planeta. Por esta razón, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, destacó que no existe un botón de pausa para la crisis climática mientras resolvemos estas otras crisis.

Si proyectamos la trayectoria del incremento de la temperatura, tomando como base las políticas y acciones actuales, el efecto podría ser un incremento de temperatura entre 2 y 2.6° por sobre la era preindustrial. Con dicha trayectoria, se estima que la economía global perdería entre 11% y 14% del PBI al 2050 y se tendría un impacto negativo mayor sobre las economías en desarrollo.

Más allá del impacto económico, es importante tener claro que los riesgos que genera el cambio climático son también de diferente naturaleza. Por ejemplo, si no haya una acción climático efectiva, serán los riesgos físicos los que tendrán mayor probabilidad de ocurrencia. En el caso del Perú, estos riesgos están asociados a las inundaciones, huaicos y escasez de agua. Asimismo, si la transición una economía baja en carbono es exitosa, entonces los riesgos a los que deberemos prestarles más atención serán los riesgos de transición, que incluyen el cambio en normas que buscan mitigar el impacto del cambio o promover la adaptación al mismo, así como también los riesgos tecnológicos, de mercado y reputacionales. Cualquiera sea la trayectoria a la que nos lleve la acción climática, lo cierto es que el riesgo de cambio climático es un riesgo real, que debe ser considerado en la gestión tanto por los gobiernos como por las empresas, así mismo también desde la óptica los gestores de activos en el manejo de portafolio de inversión.

Sin ese impulso, el escenario más crítico puede volverse una realidad.

Autora: Daniela Door. Publicado por: Gestión, 25 de octubre del 2022.