En la reciente sustentación de la Ley General de Presupuesto, el Ministro de Energía y Minas planteó que su cartera el próximo año se focalizará en “relanzar” la política de masificación del gas natural, una iniciativa saludable porque permitirá reducir las brechas de pobreza energética que enfrentan millones de peruanos que consumen combustibles inseguros como el GLP.
Sin embargo, la masificación del gas natural es severamente afectada por la reciente distorsión regulatoria introducida por Osinergmin al alterar negativamente la estabilidad económica de las existentes concesiones en Lima y Callao, Ica, así como las concesiones del norte y suroeste del país.
Esta distorsión quiebra las reglas del juego sobre las cuales se sustenta la retribución de suministro, transporte y distribución de gas para los usuarios regulados, conocida como la “regla de traspaso de costos”, y que está debidamente amparada en el Reglamento de Distribución y los contratos de concesión suscritos por el Estado. Un costo “oculto” para la economía peruana y los usuarios. Esta distorsión pone en riesgo la confiabilidad y seguridad del suministro de gas natural.
Ante esta inestabilidad regulatoria en el reconocimiento de los costos para prestar el servicio de gas natural a los usuarios regulados, se generó una gran incertidumbre en el sector que provocó, entre otras razones, que la empresa Naturgy abandone su concesión en las regiones de Arequipa, Moquegua y Tacna.
Además, se puso en riesgo el otorgamiento de la “concesión de masificación de gas natural” en siete regiones del país. Ello llevar al corte del servicio público de gas natural de varias regiones del Perú.
Por ello, es urgente que el Ministerio de Energía y Minas retome su rol rector de la política energética nacional y corrija esta distorsión regulatoria aprobando las modificaciones al Reglamento de Distribución que ha propuesto recientemente para garantizar el reconocimiento e costos eficientes del servicio de provisión de gas natural, brinden incentivos para incrementar el número de conexiones residenciales de gas natural con los recursos del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE), y generen condiciones para un buen desarrollo equilibrado de las concesiones de distribución existentes en aras de evitar el abandono de éstas (lo cual sería gravísimo para los usuarios y familias que apostaron por el gas). Esto permitirá relanzar efectivamente la política de masificación del gas natural en el Perú.
Publicado por: Gestión, 10 de Diciembre del 2020.