Ahora que casi el total de productos agrícolas peruanos, entre otros, podrán ingresar a Australia sin pagar aranceles, el Ministerio de Agricultura (Minagri) analiza la situación de varios cultivos que actualmente no se exportan a ese país.
Al respecto, Elvis García, director general de Políticas Agrarias del Minagri, indicó que las nueces amazónicas (castañas) del Perú tienen potencial para ingresar a dicho mercado. De hecho, en el 2018, el Perú solo le vendió US$ 400,000 de este cultivo. "Hay un mercado fuerte que podríamos explorar", rermarcó. Además, García refirió que otros productos de similares características, como el aguaje o acai, también se podrían impulsar "en la medida en que se vaya conociendo más de su potencial exportable".
Con el acuerdo comercial que entró en vigencia la semana pasada, el Perú también podrá enviar a Australia otros cultivos, como uvas, paltas frescas, naranjas, arándanos, limones, mandarinas y hasta aceite de palma. En el caso de las cerezas, si bien el Minagri recién está haciendo pruebas a esta fruta para confrimar las condiciones climáticas adecuadas para su cultivo y exportación oportuna, se espera que una vez que se inicie el impulso, Australia sea uno de sus destinos.
"Australia importa US$ 15 millones en cerezas. Entonces, sin duda, es un mercado atractivo en la medida en que el próximo año tengamos cosechas que se pueden exportar. Sin duda, creemos que es un oportunidad de mercado para este producto que el Minagri desea incorporar dentro la canasta de productos agroexportadores", anotó.
Lo que ya se envía
Los producots que ya el Perú envía, y que se espera incrementen su valor y volumen tras el TLC, son el café, esparragos, cacao en polvo, quinua, mango, hortalizas y hasta madera moldurada. "La idea es poder seguir consolidando estos productos e incorporar a la canasta nuevos productos que también son requeridos por este país", refirió el funcionario del ministerio.
Por ejemplo, en el caso del café, el Perú exportó a Australia US$ 13 millones en el 2018, mismo año en el que el país de Oceanía le compró al mundo US$ 471 millones de este producto.
Publicado por: Gestión, 19 de Febrero del 2020.
Cada año se generan en todo el planeta entre 7.000 y 10.000 millones de toneladas de residuos. Según el Banco Mundial, esta cantidad continuará aumentando aproximadamente hasta el año 2070, momento en el cual se prevé una reducción progresiva. Frente a este panorama, se considera importante que las organizaciones incluyan una política de biodiversidad en el sistema de gestión ambiental, es decir, una estrategia corporativa que evalúe los diferentes recursos con los que trabaja y su impacto en la tierra.
Para las empresas, esta investigación será fructífera, ya que les permitirá seleccionar la medida acorde con el tipo de recursos que emplean para sus diferentes líneas de trabajo. Para ello, utilizarán indicadores de impacto directo e indirecto, por ejemplo, riesgos y progresos que se presenten.
Asimismo, dentro de la institución, se valora la inclusión progresiva de la biodiversidad en las decisones que se toman a lo largo de las cadenas de valor, desde la producción de materias primas, hasta el procesamiento de los residuos postconsumo.
Ante esto, diferentes sectores económicos han llevado adelante modelos fuera de lo convencional, convirtiendo los residuos en recursos, en busca de mejorar la huella ecológica. Hoy en día, el rubro de energías es uno de estos. En mi opinión, las empresas se deben centrar en soluciones apoyadas en la naturaleza y tomar en cuenta que se implementen a favor de los recursos de la empresa y en beneficio del medio ambiente.
En este sentido, la economía circular es una de las propuestas que apuesta por dejar atrás el esquema tradicional de la producción lineal (producir, utilizar, desechar) y concientizar sobre esta fórmula de "desechar, reparar, reutilizar y reciclar". Esto permitiá optimizar la creación de valor a lo largo del ciclo de vida de los productos, mediante un proceso que consiste en la utilización del material bruto, diseño, producción, distribución, reparación / reutilización, recolección y reciclaje.
Sobre lo expuesto, es trascendental que las organizaciones programen capacitaciones que informen y eduquen a los colaboradores sobre la biodiversidad y de qué manera se relaciona con el trabajo que se desempeñan en la organización.
En la actualidad, se perciben más empresas que cuentan con diferentes unidades de negocio, como lubricantes, fluidos especiales, petróleo y pesca, que se preocupan por promover, entre los estatutos de la misma, iniciativas o programas que protejan positivamente el impacto ambiental; sin embargo, aún no logran ser la mayoría en el país. Considero que es una tarea importante del Gobierno y las empresas trabajar en ello durante este año y con miras al bicentenario.
Publicado por: El Comercio, 10 de Febrero del 2020.