Ola de calor. Europa y Estados Unidos han soportado altísimas temperaturas en las últimas semanas que han quebrado récords históricos. La canícula amenaza con disminuir aun más la capa de hielo en Groenlandia.
Aunque recién el año ha entrado a su segunda mitad, las temperaturas extremas ya han dejado sentir su marca en este 2019. Mientras en Lima el frío sigue intenso, el hemisferio norte continúa soportando mucho calor, sobre todo en Europa y Estados Unidos e incluso el Polo Norte.
El Viejo Continente soportó ayer la última jornada de una ola de calor que anotó registros históricos en países como Francia, Bélgica, Alemania, Luxemburgo y Holanda, además de dos muertos, mientras se prepara para episodios de fuertes tormentas, lluvias y vientos.
En Bélgica, las altas temepraturas cobraron ayer su primera víctima, una mujer de 66 años que murió en la región costera de Middelkerke. En Granada, al sur de España, un hombre de 85 años falleció el jueves debido a un golpe de calor tras una exposición prolongada al sol.
La compañía nacional de trenes belga, SNCB, tuvo que suspender el servicio de 27 ferrocarriles que carecían de aire acondicionado como medida preventiva y las autoridades insistieron en sus recomendaciones, en especial la hidratación en niños y ancianos.
Italia también vivió ayer su pico más alto de calor, con catorce ciudades del norte y centro del país con temperaturas próximas a los 40 grados, como Turín, Milán, Brescia, Génova, Florencia y Roma, donde se vivió una jornada asfixiante.
Gran Bretaña soportó el jueves uno de sus días más calurosos. El servicio meteorológico del país dijo que una temperatura provisional de 38,7°C se registró en el Jardín Botánico de la Universidad de Cambridge, en el oriente de Inglaterra, que confirmó que fue la más alta registrada en el Reino Unido. El récord previo es de agosto del 2003 con 38,5°C.
Esta ola de calor tendrá además fatales consecuencias ambientales, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), pues amenaza con dejar la capa de hielo de la isla danesa de Groenlandia en mínimos históricos, teniendo en cuenta que en lo que va del mes ha perdido 160.000 millones de toneladas en superficie.
No obstante, se prevé que la situación cambien este fin de semana con la entrada de un frente frío procedente del Atlántico que dará un alivio y bajará los mercurios en el continente.
Junio, el más caluroso
El calor que se sintió esta semana no ha sido el único episodio. en junio de este año, el mundo vivió el mes más caluroso de la historia desde que hay registros de temperaturas, destronando a junio del 2016. Este récord se debe sobre todo a una ola de calor excepcional en Europa que elevó en aproximadamente dos grados la temperatura normal en este período, según el Servicio sobre el Cambio Climático Copernicus.
El pasado 28 de junio, Francia registró el récord de 46°C, en la localidad de Vérargues, en el sur . En el segundo episodio de calor, que alcanzó su pico el pasado jueves, las temperaturas fueron inferiores a esta máxima pero superaron los 40°C. París llegó a 42,6°C (su anterior récord fue de 40,4°C en 1947).
Muchos países europeos también batieron esta semana su récord, como Alemania (42,6°C), Bélgica (41,8°C) y Holanda (40,4°C).
"Desde el 2015, todos los años hay olas de calor extremo en algún sitio de Europa, en el sur o en el norte", comentó Robert Vautard, climatólogo del Laboratorio de Ciencias del Clima y del Medio Ambiente.
Durante el primer semestre del 2019, también hubo olas de calor intensas en Australia, India, Pakistán y en algunas zonas de Oriente Medio, según la Organización Mundial (OMM).
En Norteamérica
El calor apabullante también afectó en julio a 150 millones de personas en el estado de Estados Unidos, con temperaturas extremas que registraron cifras récords en varios estados y causaron la muerte de al menos seis personas.
Desde Carolina del Sur hasta Maine, las temperaturas se superaron los 35 grados Celsius. Sumada a la elevada humedad, la sensación térmica alcanzó incluso los 43°C en algunas ciudades como Washington DC.
Uno de los datos más alarmantes se dio el 14 de julio, cuando la temperatura alcanzó los 21°C en la localidad canadiense de Alert, el lugar habitado más al norte del planeta, a menos de 9000 kilómetros del Polo Norte, lo que supone un récord para esta estación.
El anterior récord (20°C) se remonta a julio de 1956, pero desde el 2012 esta zona ubicada a orillas del Océano Ártico vivió varios días comprendidos entre los 19°C y 20°C.
Los cuatro últimos años fueron los más calurosos en el planeta desde que hay datos, según la ONU. El 2018 figuraba en el cuarto lugar, con una temperatura promedio del planeta de alrededor de 1°C más en relación con la era preindustrial.
Fuente: El Comercio, 27 de julio del 2019