AUTOR: Álvaro Ríos Roca
Todo indica que el monopolio desplegado por Petrobras, por década y media, en la cadena del gas natural en Brasil está llegando a su fin.
Usuarios finales y productores están presionando para gastar medidas legales y regulatorias a este respecto.
El objetivo primordial es reducir los precios del gas antural a usuarios finales mediante competencia de gas producido en Brasil, GNL importado y gas de Bolivia.
Los precios de gas natural en Brasil son de los más caros del mundo, que sumados a los elevados precios de electricidad han contribuido a que el índice de transformación industrial como porcentaje del PIB baje del 17% en el 2008 a 11.5% en el 2018.
Los precios de gas a la industria, promedio en el 2018, fueron de: 11 a 12 US$ / MMBTU Brasil, EE.UU. de 3 a 4 US$ / MMBTU y Argentina y Perú de 4 a 6 US$ / MMBTU. En resumen, las industrias en Brasil pierden competitividad global por altos precios del gas y electricidad.
Los ministerios de Economía, de Minas y Energía, Agencia Nacional de Petróleo, Empresa de Pesquisa Energética y la presidencia de Petrobras están librando una poderosa batalla contra los mandos medios de Petrobras para lograr que estas medidas legales y regulatorias se aprueben. Por ahora, el Consejo Administrativo de Defensa Económica será el núcleo donde se moverá esta dura batalla.
De prosperar toda esta iniciativa (impulsada principalmente desde todos los poderosos gremios industriales de Brasil), Petrobras tendrá que vender activos en terminales de regasificación, plantas de separación, restantes gasoductos de transporte y su participación en las distribuidoras. Los Estados están también siendo forzados a vender su participación en estas empresas distribuidoras y que su rol se limite a la regulación.
El libre acceso a plantas de procesamiento, gasoductos, plantas de GNL, a distribuidoras de gas, generar clientes libres, reducir fuertes impuestos, que se gravan en toda la cadena, y que las distribuidoras y sector eléctrico realicen subastas para comprar gas son los ejes de esta reforma para bajar precios.
Petrobras sigue siendo una de las empresas más adeudadas del planeta. La venta de activos, no solo de gas natural, sino de refinerías, plantas de fertilizantes y otros se destinaran a reducir esta abultada deuda y permitirán focalizar sus inversiones en E&P (exploración y producción) costa afuera.
Traders y exportadores de GNL tendrán que competir con gas producido principalmente en el Presal (que dependiendo del contenido de CO2 resulta muy comptetitvo) con gas de Bolivia (también competitivo), país que debe mirar con mucha atención este proceso de apertura y transformación en Brasil.
Existen cambios profundos en los mercados de gas natural y electricidad en el Cono Sur. Como en la teoría de la "Evolución de las especies": el que no se adapta no sobrevive.
Fuente: Gestión, 30 de mayo del 2019.