Tras firmar el primer edificio de viviendas Passivhaus levantado en España, el estudio navarro Varquitectos coronó la torre más alta del planeta en esa modalidad
Un consumo responsable de los productos que nos sirven para el sustento diario puede ayudar a luchar contra el hambre en el mundo, sostuvo la representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el Perú, María Elena Rojas, en su reflexión por el Día Mundial de la Alimentación que se conmemora los 16 de octubre.
Hasta hace poco, la residencia de estudiantes del Campus neoyorquino de la Universidad Cornell Tech, levantada en Roosevelt Island, junto a Manhattan, y firmada por el estudio Handel Architects, estaba catalogada como el edificio Passivhaus —de nulo consumo energético— más alto del mundo.
El verano pasado, el estudio navarro VArquitectos certificó, en el Passive House Institute de Darmstadt, en Alemania, que las Torres Bolueta, de 28 plantas y 88 metros de altura, que habían levantado en Bilbao, le habían arrebatado el título.
La arquitecta Sara Velázquez, una de las autoras del mayor ejemplo de arquitectura sostenible de España y uno de los más destacados del mundo —es el más alto, pero no está claro todavía si es el de mayor tamaño—, salpica su discurso con un cauto “de momento”.
Usa esa precaución porque sabe que el territorio de los récords es el campo de la temporalidad. Y no es lo efímero lo que le interesa a ella y a su estudio de arquitectura. Es la captación de energía que hace posible un consumo casi nulo lo que motiva a estos proyectistas de Pamplona.
Al sur de Bilbao, una segunda torre Bolueta, con 21 plantas y 190 viviendas y que se encuentra en fase de construcción, tendrá también el certificado Passivhaus que concede el instituto que dirige el doctor Wolfgang Fëist, un físico pionero en el consumo energético nulo, que vela por controlar la exposición al sol, la recuperación de la energía, la ubicación y la relación con el entorno para hacer posible el ahorro energético. Más allá del récord de altura, VArquitectos demuestra que se pueden construir bloques, de notable diseño arquitectónico en los que los pisos pueden ahorrar un 75% de calefacción respecto a una vivienda convencional.
El año que viene entrará en vigor una normativa en el Nuevo código técnico de la edificación, que obligará a que los edificios tengan un aislamiento, un hermetismo, una renovación de aire y un control de pérdidas de calor que los haga elegibles para el certificado Passivhaus.
El estudio VArquitectos ya firmó hace un año el primer inmueble colectivo y residencial con ese sello levantado en España, el bloque Thermos que alberga 29 viviendas en el barrio pamplonés del Soto de Lezkairu. Actualmente, trabajan en llevar ese tipo mínimo de consumo al centro de salud de Lodosa.
Para obtener el certificado Passivhaus un inmueble debe utilizar anualmente menos de 10 Watios de calefacción por metro cuadrado, el equivalente a la mitad de lo que consume un secador de pelo. Sara Velázquez compone con su hermano Germán, su padre Germán Velázquez Arteaga, y Silvia Mingarro un estudio que considera que el camino de la sostenibilidad no tiene vuelta a atrás.
La eficiencia energética, la no generación de residuos y “no quitarle a la naturaleza nada que no le podamos devolver” son las claves de su arquitectura.
Fuente: El País, 30 de diciembre del 2018.