EL RECICLAJE EN EL PERÚ, DEBERES Y DERECHOS

 

 

AUTOR: Marco Mejía

 

En el Perú solo dos de cada 10 toneladas de residuos reciclables, efectivamente, se reciclan. Es muy poco. Permítanme comentar las obligaciones y también los derechos que todos tenemos en relación con este tema.

Tengamos en cuenta que lo que no regresa a las industrias para ser reutilizado termina en botaderos formales e informales, se reutiliza ilegalmente en productos falsificados, contamina playas o parques donde los niños juegan. Es decir, nuestro medioambiente inmediato. Tu familia.

¿Cuáles son las obligaciones que todos tenemos? Las simplifico en tres conocidas:

–Reducir: compra lo que consumirás, sin sobrantes. Por último, comparte.

–Reutiliza: no botes lo que aún puede servir. Úsalo de nuevo o comparte.

–Recicla: para esto tienes que separar por tipo de material.

De esto se habla mucho, así que profundizaré en algo adicional. ¿Cuáles son nuestros derechos? Nuestro primer derecho es que el municipio de nuestra jurisdicción recoja nuestros residuos segregados por reciclables y no reciclables. Es lo único que garantiza que el esfuerzo personal de separar los reciclables tendrá un final apropiado.

El segundo derecho que nos asiste es que el municipio asegure que nuestros reciclables no viajarán por toda la ciudad, a través de intermediarios, hasta terminar en una industria vecina, generando más contaminación por transporte que la que elimina reciclando.

El tercer derecho es que nuestro municipio garantice condiciones de salud y seguridad mínimas a las personas que nos atienden al recoger los residuos. Por ejemplo, ¿han visto que los señores del camión recolector abren las bolsas de basura para ver si algo es recuperable; y si lo es, lo separaran en su saco personal a un lado del camión? ¿o que algunos recicladores hacen lo mismo con las bolsas que los vecinos dejan en las veredas para ser recogidas?

Nuestro municipio tiene que tomar la decisión de atendernos o con un camión recolector o con recicladores (que felizmente existen), pero no con ambos, y no haciéndolos competir entre ellos, arriesgando su salud, cuando ambas actividades pueden planificarse y organizarse.

Obviamente, una vez que se elige cualquiera de las dos opciones, esta debe ser sostenible y cumplirse puntualmente. Ahora, esto nos agrega una obligación más: pagar arbitrios de limpieza.

En conclusión, todos tenemos obligaciones. Así se puede exigir a una industria que utilice materiales reciclados como insumos. Pero también tenemos derechos que exigir a las autoridades para cerrar la cadena de reciclaje. No hay fórmula mágica, excepto que todos hagamos nuestra parte de responsabilidad. Esto es un esquema de responsabilidad compartida.



Publicado por: El Peruano, 08 de setiembre del 2018.