El gran arquitecto Renzo Piano se "inspira" en la ecología
Se última creación, la sede de la Academia de las Ciencias de San Francisco, en
Estados Unidos, ha recibido la mayor calificación que un museo haya obtenido por
parte de la agencia especializada que evalúa las llamadas "construcciones
verdes", la Green Building Council.
Para el gran arquitecto italiano Renzo Piano, la protección del medio ambiente,
lejos de ser una limitación, se ha convertido en una "fuente de inspiración"
para el desarrollo de los importantes proyectos que está realizando en numerosos
países.
"Descubrimos que la tierra es frágil. Me pregunto si hay que vivirlo como un
drama", admite el arquitecto, cuya última creación, la sede de la Academia de
las Ciencias de San Francisco, en Estados Unidos, ha recibido la mayor
calificación que un museo haya obtenido por parte de la agencia especializada
que evalúa las llamadas "construcciones verdes", la Green Building Council.
"Las exigencias relacionadas con el medio ambiente no deben ser vividas como un
recorte a la libertad. La ecología puede ser una bella fuente de inspiración y
una enorme oportunidad", reconoce el autor del llamativo Centro Pompidou (Beaubourg)
de París.
"Los arquitectos deben saber interpretar las evoluciones de su época y vivir su
propio tiempo. El museo de San Francisco es una interpretación de la revolución
verde que está en marcha", comentó Piano, en su luminoso taller de Génova, al
norte de Italia.
A los 71 años, Piano, ganador en 1998 del 'Nobel de la arquitectura', el Premio
Pritzker, es considerado uno de los arquitectos más prolíficos de las últimas
décadas.
Las innovaciones ecológicas resaltan en sus obras, en particular en el nuevo
museo estadounidense, inaugurado hace seis meses. El sistema de aislamiento del
edificio fue realizado nada menos que con pantalones vaqueros usados y la
marquesina de cristal que lo rodea lleva integrada células fotovoltaicas con las
que el edificio genera un 10% de la energía eléctrica que consume. En el
interior del edificio sólo hay aire acondicionado en unas pocas dependencias, ya
que la temperatura interior es fresca gracias al techo de cristal que se abre y
se cierra y a las numerosas plantas y flores que cubren los 10.000 metros
cuadrados de techo ondulado.
"Creo en el beneficio poético de la ligereza y de la transparencia", comentó el
célebre proyectista, quien habla varios idiomas, entre ellos el francés.
Su taller frente al mar, construido hace unos quince años, también goza del
calor "natural" que ofrecen "los rayos del sol" que entran a través del techo
transparente. "¡Estamos en pleno diciembre y no hemos encendido la
calefacción!", sostiene Piano, quien divide su vida entre Génova, su ciudad de
nacimiento, París y Nueva York.
"El arquitecto debe sentirse responsable del medio ambiente, sobre todo porque
su trabajo dura en el tiempo y le debe dar manutención mientras viva", comenta
Piano. "Yo viajo mucho para visitar mis creaciones, 'mis hijos' como las llamo,
que están repartidos por medio mundo", cuenta.
Entre las numerosas obras diseñadas por Renzo Piano, figuran además del parisino
Centro Pompidou, la Ciudad Internacional de Lyon, en Francia, el Auditorium de
Roma así como el espectacular puerto de Génova. En Oceanía realizó el Centro
Jean-Marie Tjibaou de Numea, en Nueva Caledonia, en Japón el aeropuerto de
Kansai y en Estados Unidos la sede del diario New York Times y de la Menil
Collection de Houston, entre otras.
Ante la crisis económica que obligó al New York Times a hipotecar la nueva sede,
Piano se muestra sereno: "No me incomoda para nada que mi edificio ayude al
grupo y sirva como amortizador, al contrario", dice.
"Construyo edificios, los cuales desarrollan su propia vida. Cuando termino una
obra me pregunto siempre: ¿Será feliz?", admite.
Publicado en Web Ecoticias (23/12/08).