El polvo africano que irrumpió el pasado sábado sigue presente el aire en el área de Barcelona y otros 40 municipios, y el buen tiempo no hace prever que la situación mejore en las próximas 24 horas, por lo que la Generalitat ha declarado un episodio por alta contaminación.
Como consecuencia, el Ayuntamiento de Barcelona y el Área Metropolitana han activado este jueves el protocolo de actuación por altos niveles de contaminación atmosférica provocada por la presencia de partículas en suspensión (PM10). La activación del protocolo, con todo, no comporta restricciones de tráfico, porque el origen de la contaminación es polvo en suspensión.
Las restricciones solo están previstas en caso de contaminación por presencia de dióxido de nitrógeno en el aire que respiramos. Sería entonces cuando se activarían las restricciones a los vehículos que no tienen etiqueta de la DGT en la llamada Zona de Bajas Emisiones, que comprende el territorio incluido en las Rondes que rodean Barcelona. Sería también entonces cuando los ciudadanos podrían optar a descuentos en el transporte público como alternativa al uso del coche.
En la situación actual, pues, las medidas activadas de acuerdo al protocolo cuando hay contaminación debida a la presencia de partículas en suspensión son regar con agua freática las principales calles de la ciudad, que los jardineros y basureros no activen los aparatos que levanten polvo y prohibir actividades que lo generen, como las obras.
Respecto a la movilidad, el Consistorio y el AMB recomiendan no utilizar el vehículo privado y si no se tiene otra opción, compartirlo. Las alternativas sugeridas son la bicicleta o el transporte público. Además, recomienda no ventilar las viviendas en las horas de mayor tráfico.
Pero se trata de recomendaciones, no obliga a dejar los coches más contaminantes en casa.
Expertos en contaminación como Xavier Querol, del CSIC, consideran que las restricciones del tráfico deberían aplicarse en cualquiera de los dos orígenes de la contaminación, tanto si en el aire que respiramos si hay polvo como dióxido de nitrógeno. Además, Querol recuerda que un 35% de las partículas en suspensión las provoca el tráfico: entre el humo que sale de los tubos de escape y las partículas que desprenden los frenos y los neumáticos.
El experto también detalla que en el fondo, la declaración de episodio y las medidas que se toman dependen del rasero con el que se mide la calidad del aire. En este sentido, Barcelona cumple con la normativa europea en materia de partículas en suspensión, fijados por el Parlamento Europeo en 1999, pero esta normativa es el doble de permisiva que los valores guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS), "verdaderos protectores de la salud". En cambio, en materia de calidad del aire por óxido de nitrógeno se toman como referencia los valores que fija la OMS, más exigentes.
Fuente: El País, 26 de abril del 2018.