Lima y Callao generan al año tres mil toneladas de desechos plásticos y gran parte termina en el mar. El OEFA denunció ante la fiscalía a tres municipios por mala gestión de basura.


EL RASTRO DEL PLÁSTICO

 

Autora: Óscar Paz Campuzano

Jorge Arbulú, un administrador que surfea casi a diario en la Costa Verde, fue quien alertó el último lunes que la playa La Pampilla, en Miraflores, había amanecido invadida por kilos de basura. Eran, sobre todo, residuos plásticos de construcción: vallas naranjas, cintas de peligro y sacos para desmonte. “En 15 años entrando al mar también he visto preservativos, bolsas de detergente, botellas, envoltorios de golosinas y hasta jeringas”, dice.


Cifras sobre el plástico

El Perú genera 6,8 millones de toneladas de desechos sólidos al año, según un informe de 2017 del Ministerio del Ambiente (Minam). Lima y Callao son responsables de la mitad de esa cifra: tres millones de toneladas al año.
Los desechos orgánicos son los más frecuentes (53%) en la capital. Les sigue el plástico con 3.600 toneladas por año (11%) y en el mar se ve el mayor impacto.

Más del 60% de lo que recoge la ONG Vida en playas capitalinas es plástico. Arturo Alfaro, director de esta organización, dice que desde 1999 hasta la fecha recogieron tres mil toneladas de residuos en general.
“En playa Carpayo (Callao) nadie arroja basura, pero en su orilla todo el año hay plástico. Es porque los residuos provenientes de ríos y vertederos informales de desmonte se acumulan en el fondo marino”, dice Alfaro.


Estos residuos se transforman en microplástico, desecho que puede ser ingerido por los seres vivos. Un estudio del Instituto del Mar del Perú (2017) encontró 473 fragmentos de plástico en cada m2 de la playa Costa Azul, en Ventanilla (Callao). Ahora se investiga la presencia de basura plástica en el aparato digestivo de los peces.


Trabajo municipal

El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) denunció este año ante el Ministerio Público a los municipios de Villa El Salvador, Villa María del Triunfo y Chorrillos por una mala gestión de la basura.
La comuna de Villa El Salvador respondió que “lamenta la denuncia” y que “está reforzando la limpieza pública” e incentivando que más vecinos segreguen sus desperdicios. Este distrito logra al mes que 12 toneladas de plástico vayan a programas de reciclaje y no al mar.
En Surco, hay 45 mil familias (de 160 mil) que todas las semanas segregan sus desechos. Eso hace posible que de las 350 toneladas de basura diaria del distrito, 15 toneladas se reutilicen.

En San Isidro y Magdalena, hay 15 mil y 9 mil familias que segregan sus residuos. Eso permite que 170 toneladas diarias de basura sean recicladas. En Miraflores, 2.900 toneladas de residuos se separaron para reciclaje entre el 2011 y el 2017.
El 21 de diciembre del 2017, el Minam aprobó el reglamento de la Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos, que promueve el reciclaje y busca que los hogares, comercios e industrias produzcan menos desechos.

Albina Ruiz, de la ONG Ciudad Saludable, dice que las comunas tienen 180 días desde la publicación del reglamento para adecuar sus normas. Una novedad es que ahora las comunas podrán obligar a sus vecinos a reciclar. Ya no dependerán de su buena voluntad.
Según Alfaro los municipios del litoral limeño y del Callao también deben custodiar mejor sus playas, ya que las constructoras arrojan el desmonte al mar y no a los vertederos autorizados.

Según la Cámara Peruana de la Construcción, la capital genera 30 mil m3 de desmonte al día. Entre el cemento, grava y fierro, hay también mucho plástico.



Publicado por: El Comercio, 16 de abril del 2018.