El reto para las empresas no está en el volumen del líquido que utilizan sino en el tratamiento de las aguas residuales
Las empresas no son ciegas ante la problemática que representa el uso del agua en México. Saben que sin el líquido no podrían operar y son conscientes de que es un recurso que ha ido mermando en todo el territorio. Además, saben que los procesos que realizan contribuyen a su contaminación. "Nosotros hemos visto que no es que el agua se vaya a acabar, sino que existe un problema de contaminación muy fuerte y muchos de los lugares no hay un previo tratamiento", señala Laura Allende Sánchez, jefa del Museo del Agua de Naucalpan, Estado de México.
El Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental afirma que la contaminación industrial es una de las más diversas. Utiliza el agua como vehículo energético, de transporte, disolvente, en operaciones de lavado, como disipador de calor, entre otras funciones. A pesar de esto, el impacto no se genera por los volúmenes utilizados sino por las descargas de aguas residuales. El capítulo mexicano de la organización ambientalista Greenpeace calcula que las empresas generan 340% más contaminación que la generada a nivel municipal. A pesar de esto, Elena Burns del colectivo Agua para Todos, cree que el país aún está a tiempo de tener una industria limpia: "Vemos un futuro de industria limpia, 100% reciclaje y con cero descargas. Es posible".
El sector industrial parece estar de acuerdo con esta premisa. La industria es juiciosa de la importancia del agua en sus procesos. Esto los ha llevado a buscar mejores prácticas que contribuyan a cuidar el líquido. "La calidad y disponibilidad del agua son cruciales para la industria de bebidas. Así que estamos permanentemente en la búsqueda de reducir su consumo, mejorar la gestión de su abasto y conservar las fuentes de agua que nos abastecen", reconoce Carlos Hurtado, Gerente de Desarrollo Sostenible de Recursos Hídricos de Fundación FEMSA.
Más allá de instalar dispositivos ahorradores y trabajar en un cambio cultural, el sector industrial mexicano se ha concentrado en llevar a cabo esfuerzos a nivel internacional. "Las empresas hemos ido evolucionado a no solo trabajar con nuestros procesos productivos, sino cada vez más a participar en plataformas de acción colectiva que nos permitan tener un verdadero impacto en la salud de las diferentes regiones donde trabajamos", agrega Hurtado.
Grandes conglomerados como FEMSA, Grupo Nestlé, CEMEX, MABE, Grupo Carso, ALFA, entre otras, además de instituciones educativas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), forman parte del Consejo Consultivo del Agua. Esta asociación fue formada hace 18 años por organizaciones sociales, académicas y económicas, trabaja para analizar y evaluar aspectos de la problemática hídrica de México. También se encarga de proponer medidas, políticas y estrategias para disminuir el impacto. Una de sus prioridades es el desarrollo de una mejor legislación.
Elena Burns coincide en que las leyes y su efectiva aplicación es clave para lograr una industria limpia. "Dentro de Agua para Todos tenemos muchos empresarios que quieren producir de una manera limpia, pero un negocio tiene que poder competir y es imposible competir si se permite incumplir con la normatividad", advierte.
Mejores prácticas para industrias más limpias.
Las empresas en México trabajan tanto al interior como al exterior para contribuir al cuidado del agua. "Necesitamos asegurar agua y saneamiento para todos los mexicanos, estructurar un marco regulatorio que promueva el buen uso y cuidado de las fuentes, la protección de los ecosistemas, organismos operadores eficientes y modernos con tarifas que incentiven eficiencia", dice Carlos Hurtado.
FEMSA ha logrado reducir cerca de un 20% los litros de agua que utiliza por cada litro de bebida que produce. También trabaja con comunidades a través de programas como Lazos de Agua, con el que ha llevado líquido limpio y saneamiento a más de 7,299 personas en México, Guatemala, Nicaragua, Colombia y Paraguay. Además, ha impulsado la creación de la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua y del Centro del Agua para la región de América Latina y el Caribe.
Grupo Nestlé ha reducido su consumo de agua por tonelada producida en más de un 59%. Esto equivale a dejar de consumir 711 piscinas olímpicas. Las aguas residuales de sus fábricas son asistidas por plantas de tratamiento de aguas residuales y trabajan con proveedores agrícolas para ayudarlos a implementar sistemas de alta eficiencia en riego que permiten una mejor utilización del agua en los campos.
Laura Allende Sánchez, encargada del museo del Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OAPAS) de Naucalpan, el cambio de conciencia en los empleados es fundamental. "Además de los consejos básicos de cerrar bien llaves, poner sensores que detecten fugas, entre otras cosas, es importante que las empresas se den cuenta de que los hábitos de los empleados que consumen el agua en sus instalaciones son muy importantes, ya que impacta en el agua que consumen en casa".
Fuente: El País, 22 de Marzo del 2018.