LIBRO DE LA SELVA



Las recientes manifestaciones que han tenido lugar en la Amazonía llevan a preguntarnos acerca de las barreras culturales que dificultan el dialogo entre los peruanos. Por ello, pedimos la opinión de expertos en comunidades indígenas de la selva para entender nuestras diferencias.


Por Rosario Yori

Durante las semanas pasadas, la Amazonía peruana levanto su voz para protestar en contra de los decretos legislativos 1015 y 1073, que estipulan que los grupos étnicos decidan con la mitad mas uno de los votos el destino final de sus tierras. Las poblaciones indígenas de la Amazonía se unieron bajo un sentimiento de malestar ante lo que consideraron una violación de sus derechos y se desencadeno la mayor movilización hasta el momento en la zona: vías bloqueadas, estaciones petroleras y centrales energéticas tomadas. El dialogo entre los representantes del Estado y los dirigentes nativos parecía imposible, y por mas de diez días las protestas en la Amazonía continuaron, lo que llevo al Gobierno a declarar la zona en Estado de Emergencia. Finalmente, al acordar que estas fueran discutidas en el Parlamento, se llego a una tregua y, el viernes 22, el pleno del Congreso aprobó si derogatoria.

Si bien el tema de los diferentes intereses y los desacuerdos en algunas decisiones del Estado ha tomado relevancia a raíz de la protesta, lo cierto es que el malestar sentido por las poblaciones nativas de la Amazonía con respecto del Estado ha venido incubándose en los últimos tiempos, ya que las comunidades nativas se sienten poco representadas por este. Pro su parte, los representantes del Estado acusan a las poblaciones indígenas de no querer ingresar a la modernidad, y a determinados grupos políticos u ONG de influir en las comunidades por intereses propios. ¿Es acaso que las comunidades indígenas no pueden desaprobar de manera autónoma las decisiones del Gobierno?

Lo que se demuestra con situaciones como la que acaparo la atención de los medios durante las últimas semanas es que los intereses de cada parte son opuestos y parecen no encontrar la posibilidad de conciliación. ¿A que se debe la dificultad para el dialogo entre las partes involucradas? ¿A que el desacuerdo? Esta fue la pregunta que se planteo a algunos expertos en temas de la Amazonía para lograr un mejor entendimiento de las diferencias culturales que hacen que conflictos como este se presenten en el país. A continuación, compartimos algunas de sus explicaciones.

FIDEL TUBINO
Decano de EEGG Letras,
Bautizado shipibo.

“Las comunidades ven la tierra no solo como un bien económico, sino como un bien simbólico”

“Uno de los principales problemas en el caso de los pueblos amazónicos es que un nativo amazónico no se concibe a si mismo sin tierra. La pertenencia a un territorio es parte de su identidad: la persona no se auto concibe sin referencia a ese territorio ancestral. En esos territorios comunales esta incluida una cuestión de cosmovisión, la gente incluye en su identidad el vinculo con la tierra. En nuestro caso, esto no es así. Nosotros tenemos identidades desenraizadas; ellos, enraizadas. Esa es una diferencia propia de una mentalidad individualista y una mentalidad comunitarista. Nosotros, por ejemplo, hacemos una serie de divisiones que para ellos no funcionan. Para ellos, el territorio incluye el suelo, lo que esta debajo del suelo y también lo que esta encima. Pero nosotros, con una mentalidad más analítica, hacemos esa división. Si hay algo que los pueblos amazónicos tienen muy presente es el convenio 169 de la OIT, que ha sido ratificado por el Perú, y que en uno de sus puntos establece que antes de tomar una decisión con respecto de la tierra, se tiene que consultar previamente con los que habitan en ella. Ahora, el Gobierno ha dado una serie de decretos sin ninguna consulta previa como parte de una política para liberalizar las tierras comunales. Precisamente porque existe una incomunicación cultural, y porque las personas de las comunidades tienen una mente mas comunitarista y ven a la tierra no solamente como un bien económico, sino como un bien simbólico, existencial, de referencia identitaria, se creo un régimen de protección que dice que esas tierras no son bienes económicos y por lo tanto no se pueden negociar. Con estos decretos se están levantando las medidas de protección y la gente se siente vulnerada en lo mas importante para ellos. Desde ya hace algún tiempo se notaba un malestar que iba en aumento y se debe a que, en el Estado, se esta manejando la idea de que el desarrollo es crecimiento económico, y para que lo haya tiene que haber inversión”.

 



OSCAR ESPINOSA
Coordinador de la Especialidad de Antropología, especialista en Amazonía y pueblos indígenas

“El problema esta en aprender a respetarlos en la diversidad”

“Un aspecto importante es que en el Perú nos cuesta entender la diferencia cultural. Cuando se habla de los indígenas amazónicos, se piensa que sus demandas son como las de cualquier otro grupo de personas pobres en el país, y que entonces se van a resolver los problemas simplemente dándoles acceso a la educación, a la salud o a la infraestructura. Pero el problema es distinto. Estos son grupos de personas con una cultura diferente, con una manera de vivir y de ver el mundo distintas. Nos cuesta entender que, como peruanos, tenemos los mismos derechos, pero al mismo tiempo diferencias y derechos especiales. Creo que esto se da tanto para el Estado como para la sociedad peruana: nos cuesta mucho entender como vivir con la diferencia. La mayor parte de los peruanos consideramos la diferencia cultural como un problema, como un obstáculo para el desarrollo. Es decir, si bien vemos una riqueza en la diversidad de comidas, de música y de danzas, cuando se trata de entender maneras distintas de vivir la vida y, en el caso de la Amazonía, una manera distinta de relacionarse con la tierra y con la propiedad, no podemos entenderlos. Es entonces que se intenta convertir una cultura: se piensa que tienen que modernizarse, que son atrasados o primitivos; que es necesario educarlos e integrarlos, y ese no es el problema. El problema esta en aprender a respetarlos en la diversidad. Es muy frecuente escuchar, sobre todo en Lima, “todos somos iguales”, pero no lo somos y el reto esta en aprender a respetarnos en esa diferencia. Personalmente no creo que haya ninguna contradicción entre el desarrollo y el respeto a la diversidad nacional. Lo que hace es que nos presenten mayores desafíos y se tiene que ser mas creativo para buscar soluciones”.

¿Sabias que…

- El convenio Nº 169 de la OIT estipula que los gobiernos deben respetar la importancia especial y los valores espirituales de los pueblos con su territorio?
- Alrededor de 65 etnias de la selva peruana entraron en huelga para pedir la derogatoria de las leyes que, en su opinión, atentaban contra su derecho a la propiedad de sus tierras, ricas en recursos energéticos como en flora y fauna?
- El pleno del Congreso aprobó el viernes pasado la derogatoria de los decretos legislativos 1015 y 1073 que generaron las protestas?


HERNAN CORONADO
Abogado del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Practica

“Las formas de desarrollo tienen que estar de acuerdo a sus leyes de vida y sus propios derechos”

“El primer error es considerar a las comunidades indígenas como cualquier otro gremio o grupo de trabajadores. Las comunidades tienen una manera particular de desarrollar su vida, son incluso anteriores al Estado y básicamente se han manejado de forma distinta a este. Hay un miedo a la diferencia, algo que no se reconoce en un país donde existe una pluralidad cultural. Si bien son todos ciudadanos peruanos que tienen derechos específicos, lo que se ha buscado es cubrir esa exclusión histórica. Lo que esta pasando con los pueblos indígenas hoy en día es que están llevando este reconocimiento de derechos a un plano nacional. Por otro lado, hay una incomprensión por ambas partes. Se quiere dar un enfoque igualitario a las políticas. En el caso de los pueblos indígenas hay un componente que no esta siendo tomado en cuenta, que es el componente cultural; las políticas de desarrollo económico o educativo tienen un enfoque que no necesariamente toca el tema cultural. E l presidente con su articulo “El perro de hortelano” declaro que estas eran tierras ociosas, y no es que sean así, sino que existe una relación distinta hacia la tierra. La relación que tiene un indígena amazónico con la tierra es muy distinta a la que tiene un mestizo, incluso lo es el sentido de propiedad. La tierra es el lugar donde viven, donde desarrollan sus fiestas, donde se reúnen socialmente sus autoridades, el lugar que les da de comer. Entonces, cualquier alteración hacia su territorio no solamente implica que se altere su derecho a la propiedad, sino que se alteren también sus otros derechos. No creo que los indígenas se opongan tampoco al desarrollo, pero las formas de desarrollo tienen que estar de acuerdo a sus leyes de vida, a que se respeten sus propios derechos indígenas”.

 

 

ROBERTO ZARIQUIEY
Lingüista especialista en lenguas nativas

“La Amazonía siempre ha sido vista como algo desconocido”

“La Amazonía es un lugar sumamente complejo. Hay diversos actores sociales que interactúan entre si, muchos recursos naturales y hay también intereses porque se puede hacer mucho dinero. En medio de esta confusión están los indígenas, a quienes a lo largo de la historia republicana del Perú se les ha ido reconociendo una serie derechos, como el derecho al territorio. El principal problema surge cuando estos territorios atribuidos a comunidades indígenas se superponen a territorios que despiertan otros intereses. Esa es la principal razón por la cual se crean conflictos. En las comunidades nativas, la única representación del Estado que puedes encontrar es una escuela; a veces, una posta. No hay policías ni autoridades. El estado nunca se ha interesado por entender que es lo que pasa en la selva, porque esta siempre se ha visto como lejana. Y este es un sentimiento generalizado: la Amazonía siempre ha sido vista como algo desconocido, secreto. Estos últimos años, incluso, ha habido hasta cierto grado de hostilidad por parte del Estado, o por lo menos esto es lo que han sentido los indígenas. Poco a poco, el Gobierno ha ido reduciendo espacios en los cuales se trataban los temas indígenas; todas estas reformas en el sector educación, por ejemplo, han dañado directamente los intereses de los indígenas, porque han puesto una nota aprobatoria de 14 como mínimo, cuando los indígenas, por razones de idioma, no logran un promedio demasiado alto. Entonces, estas cosas han sido mal vistas y hacen que la gente se sienta agredida. Esto se debe a una falta de conocimiento de lo que es la selva, de cómo piensan, y a que prevalece la idea de que hay solo una manera de progresar. Justo ahora que he escuchado a los representantes del Gobierno hablar de la selva, he notado que no tienen ni idea, se trata del otro absoluto, totalmente desconocido, y quizás por eso no entienden que esta obsesión con que todo se explote puede no ser la mejor opción para ellos”.


Publicado por Revista “.edu”. Pontificia Universidad Católica del Perú, Edición Nº 120.