ANA revela que cifra se redujo en comparación con el año 2013. Arrojo de desagües, botaderos de basura y residuos mineros e industriales hacen más costoso potabilizar el agua.
Desperdicios regados por doquier, pequeños y grandes montículos de desmonte o basura y aguas residuales que emanan un olor nauseabundo forman parte del entorno que caracteriza al río Rímac.
Según Juan Carlos Castro Vargas, director de Gestión de Calidad de Recursos Hídricos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), en la actualidad, a lo largo de esta corriente de agua existen 722 puntos de contaminación.
“Las fuentes de contaminación principales son las tuberías de aguas residuales de las viviendas (41%) y los botaderos de residuos sólidos (30%). Esto sucede pese a que por ley está prohibido”, refirió a Correo.
POSITIVO:
Aunque la cifra continúa siendo alta, Castro Vargas refirió que se ha dado un gran avance, pues en el año 2013 detectaron un total de 1185 fuentes contaminantes.
“Se redujo la mitad de tuberías que estaban conectadas directamente al río. Antes, había más de 600. Sin embargo, todavía hay botaderos de basura, sobre todo en Huaycoloro, en San Juan de Lurigancho, y en el Cercado”, detalló.
El funcionario explicó que estas fuentes de polución cargan el río con coliformes fecales. Asimismo, otras sustancias de productos domésticos o industriales afectan la calidad del recurso hídrico. “Esto implica un mayor esfuerzo para potabilizar el agua. Por eso, si logramos reducirlos, el precio será menor”, agregó.
Cabe recordar que el año pasado Sedapal señaló a este diario que el costo para potabilizar el recurso hídrico es tres veces más que en otras ciudades, debido a que se contamina desde la zona de Huarochirí hasta la planta de tratamiento La Atarjea.
Detalló que en los últimos años, este gasto (que bordea los S/14 millones anualmente) se incrementó en 30%.
EN PROYECTO :
Como parte del Plan Maestro para la Restauración del río Rímac, Castro Vargas dijo que en el 2018 pondrán 25 sensores automáticos, los cuales permitirán determinar en tiempo real los casos de polución.
“No podemos realizar una vigilancia permanente a lo largo del río, pero con estos dispositivos será posible, pues envían información cuando hay presencia de contaminantes”, acotó.
Fuente: El Correo (30 de Mayo del 2017)