AUTOR: KARMELELLANO
AMBIENTALISTA Y SOCIÓLOGA
La opinión ha resultado en que varias cadenas de supermercados hayan planteado su no inclusión en sus productos. Grandes supermercados como Alcampo han planeado el eliminar el aceite de palma de los productos de sus marcas blancas y Eroski y DIA también, a partir de que la cadena ecológica Supersano lo retirara de sus estanterías. No es suficiente pues todavía quedan todos los demás alimentos procesados que lo contienen, pero sin duda es un paso. Tampoco sirve la triquiñuela inventada por los productores de la "palma sostenible", porque no existe tal cosa.
Pero por lo menos se ha creado alerta entre los consumidores y los productores. En lo que respecta al uso alimentario se ha incidido en los efectos en la salud, por contener ácidos grasos saturados y por tanto favorecer el colesterol, así como sustancias potencialmente cancerígenas resultantes de calentarlo en su procesamiento a altas temperaturas. Las culturas africanas lo han utilizado por siglos, pero el uso en procesamiento alimentario es refinado para eliminar su sabor y decolorarlo, perdiendo además elementos nutritivos como los carotenos que le dan el color naranja o la vitamina A.
Pero además este aceite se usa como combustible. El 45 % del aceite de palma en Europa fue usado con ese propósito (2014), lo que supone que la mitad es utilizada en alimentación y algo en cosméticos (jabones). Todo el aceite de palma usado en Europa proviene del extranjero, importándose 6.600 millones de litros al año (1).
Este 4 de abril el Parlamento Europeo votó una nueva resolución para que la UE que elimine gradualmente el uso de aceites vegetales, incluido el aceite de palma, en biocombustibles para el transporte para 2020. El 97% votó a favor de la medida. El uso de aceites vegetales como combustible se han ido reduciendo paulatinamente desde que en 2007 se planteara que para el 2020 fueran un 10% de los combustibles. Para 2013, ya patentes los impactos que conllevaban tales políticas, la Eurocámara rebajó del 10% al 6% el uso de biocombustibles. Y ahora se plantea el abandonarlos (a espera que sea ratificado). Sin duda, la decisión llega tarde pues hasta ahora los efectos de estas políticas son enormes: deforestación, incendios y emisiones de gases de efecto invernadero, eliminación de biodiversidad, desplazamientos, represión, etc. También queda el saber que se hará en su lugar, que no se parece plantear: si los agrocombustibles se plantearon para paliar las emisiones de los combustibles fósiles y no son a solución ¿qué hacemos a ese respecto? La única solución posible es reducir consumos, pero no parece estar entre las propuestas.
Sin quererlo (en cierta forma: porque plantear parches en lugar de ir a la raíz del problema no es querer buscar una solución), algo que se planteaba como una solución al cambio climático se ha convertido en un problema. Gran problema. Y un gran negocio, especulando con alimentos, tierras y ecosistemas.
El desastre en Indonesia y otros países
Los principales productores de aceite de palma son Indonesia y Malasia que juntos producen el 85% mundial: Indonesia produce 33 millones Tm y Malasia casi 20 Tm. De esa producción de Indonesia 27 millones Tm fueron destinadas a la exportación, suponiendo ingresos de 18.000 millones de dólares.
Eso ha supuesto la deforestación de sus selvas que en 2014 superó a la de Brasil. En 1900 un 84% de Indonesia era selva, mientras que en 2010 era un 52%. Cada año más de 2,8 millones Has de selva son deforestadas en Indonesia, lo equivalente a 300 campos de fútbol por hora. En 2016 las plantaciones de palma ocupaban 8 millones hectáreas, el doble que en 2000. Se prevé que se eleven a 13 millones para 2020. En 15 años, el 98% de los bosques tropicales en Indonesia y Malasia habrán desaparecido.
Esa deforestación además implica grandes incendios para dar pasos a los cultivos. Entre 2001 y 2014 se quemaron en Indonesia unos 18,5 millones de hectáreas de selva. Los incendios incluyen turberas que funcionan como almacenes de CO2, las cuales al quemarse liberan ese CO2 a la atmósfera contribuyendo al calentamiento global. En 2015 esa quema de selvas y turberas provocó emisiones de 1,62 billones de toneladas métricas de CO2. Sólo por esta causa, Indonesia figura ya como el 3º emisor de gases de efecto invernadero del mundo. La deforestación a nivel mundial contabiliza por un quinto de las emisiones de origen humano. Se estima que por cada tonelada de agrocombustible a partir de palma africana se producen 33 toneladas de emisiones de CO2 (quema de selva, de turberas, procesamiento, transporte, refino, etc), diez veces más que las producidas por el petróleo. Pero además la deforestación supone la pérdida de lo que en realidad son sumideros naturales de carbono, necesarios para absorber emisiones.
Por otro lado, desaparece selva que es ecosistema rico en biodiversidad. Indonesia es además, por su aislamiento, hogar de 80 especies únicas (endémicas) entre ellas los orangutanes, y el tigre y el elefante de Sumatra. El 80% de los 357 conocidos mamíferos de Papúa no se encuentran ningún otro lugar, por no hablar de sus aves (ave del paraíso, etc.). Incluye canguros arbóreos, wallabís, pademelones, cuscuses, bandicuts y equidnas, etc. Los orangutanes ya no pueden sobrevivir por la desaparición de su hábitat y se calcula que desaparecen 6.000 por año. Casi un 80% del hábitat del orangután ha desaparecido en los últimos 20 años. Sólo quedan 400 tigres de Sumatra.
Después de Indonesia y Malasia vienen otros países de menor producción como Tailandia (2 M Tm), Colombia (1,1 M), Nigeria (poco menos de 1 M). Honduras es el noveno. Además de estos, en América los otros productores son Ecuador, Brasil, Guatemala y Costa Rica. Entre los 6 suman el 90% de la producción total en ese continente. También se cultiva en Perú.
Una alternativa insuficiente a nuestra petro-dependencia
Tengamos en cuenta los enormes volúmenes de combustible que consumimos en Europa. En 2013 fueron 477 millones de litros de petróleo al día de gasolina (2013)(8) (sin contabilizar otros petróleos utilizados en la producción de plásticos, textil, abonos, pesticidas, etc). Es fácil calcular el 10%: serían 47,7 millones de litros de biocombustible. Al día. Una exageración. Más aún, que es el quid del problema, si lo que se plantea es que provengan de fuera.
En el estado, por otro lado, el consumo fue de más de 27,6 millones de toneladas equivalentes de petróleo (2012)(60% correspondiente a turismos). Para introducir el 10% de este combustible (planteado en la UE) se precisarían 2,7 millones de toneladas, mientras que las correspondientes a lo que se plantea el estado para este año serían 1,35 millones de toneladas.
En el Estado español, debido a la ineficiente introducción de biocombustibles, el Ministerio de Industria planteó el pasado junio en un borrador sobre el Fomento de Biocarburantes el incluir un 8,5% para 2020, de forma paulatina cada año. Actualmente es un 4,1%, sería un 5% en 2016, el 6% en 2018 y el 7% en 2019. Para obtener esos índices de uso de agrocombustibles en la UE se debería destinar aproximadamente el 22% del total de la superficie agrícola, y en el estado español el 14% de la superficie dedicada a herbáceos (objetivo de 5%).
Euskal Herria no es menos: en 2013 se consumieron 2003 millones de toneladas (equivalentes de petróleo) de petróleo y derivados en la CAPV, 1.861.000 TEP en 2014 en transporte. En la CAN por su parte se consumieron 657.425 TEP en transporte. Total: 2,5 millones TEP. El 10% a sustituir por agrocombustibles según el planteamiento europeo para 2020 supondría 251.000 toneladas de agrocombustibles, mientras que el 5% sería 125.500 Tm. ¡Mucho aceite vegetal!
Con ese propósito se proyectaron muchas plantas de producción en Euskal Herria , de las cuales alguna usaría aceites usados o producidos localmente pero todas usaban importados sobre todo palma. Ilustrativo su localización: 5 se situaban en el Superpuerto de Bilbo y uno en el proyectado en Pasaia. Actualmente en Euskal Herria funcionan 3 plantas de agrocombustibles, 2 en el puerto de Bilbo (Biodiésel Bilbao de Bunge y Acciona, y Biocombustibles Zierbena -de Bionor y Entaban (13)), una en Araba (Berantevilla de Bionor, co-participada por EVE) y otra en Nafarroa (Biodiesel Caparroso de Acciona). Desde 2014 Petronor procesa agrocombustibles a partir de aceite de palma en su unidades de fabricación de diésel, con un objetivo de 5 millones de litros. Además existían proyectos de otras 3 en Bizkaia (Diésel Energy, Bioener y Petronor), otra en el proyecto de puerto de Pasaia y dos en Nafarroa (Abencis Tudela y M+W Zander Olite). La razón para que estas no se construyeran fue la crisis económica y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el descenso del consumo energético, el descenso del precio del petróleo y la no prevista competencia de producción de agrocombustibles multiplicándose en todos los países. Aun así la producción e importación de aceite de palma es enorme. En 2010 se superaron las 35.000 toneladas de importaciones de aceite de palma, de las cuales más de un 96% provenía de Indonesia.
El avance de la palma también asesina activistas
Si hace un año nos sorprendió el asesinato de Berta Cáceres, pronto supimos que no se trataba de un caso aislado, pues a los días mataban a otros dos compañeros suyos. Pero además en Honduras han sido asesinados también activistas que se oponían a la expansión de las plantaciones de palma, en este caso 3: el abogado Antonio Trejo (2012), y el pasado octubre (2016) Jose Angel Flores presidente del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) y Silmer Dionisio George. En el Bajo Aguán hay más de 150 asesinatos en el marco del conflicto agrario desde el 2010.
Pero en muchos de esos países donde se ha impulsado este agronegocio la represión contra pequeños campesinos y comunidades desplazadas. En Guatemala fue asesinado 18 septiembre 2015 Rigoberto Lima Choc, líder comunitario y concejal de Sayaxché (Petén, Guatemala). Había denunciado el caso de contaminación en el río La Pasión por Reforestadora de Palma de Petén (REPSA). En Tailandia dos activistas (Montha Chukaew y Pranee Boonrat) fueron asesinados en 2012 y otro en 2015 (Chai Bunthonglek). En Indonesia asesinaron a Jopi Peranginangin en mayo 2015 y en Junio 2016 a Bill Kayong en Malasia.
En Colombia el cultivo de palma es una continuación de la guerra que sufrió el país. Se desarrolló en las tierras arrebatadas a comunidades en regiones como el Magdalena Medio y después en tierras donadas a los paramilitares como parte del proceso de desmovilización, y a la vez financiadas por los Fondos de Cooperación al Desarrollo de la Unión Europea y la Agencia por el Desarrollo Internacional de los EEUU y obviamente el gobierno colombiano. Estas tierras suman entre cuatro y seis millones de hectáreas, y el gobierno proyecta que sean 7 millones para 2020. Entre 1996 y 1997 tuvo lugar en el norte del Chocó la Operación Génesis con bombardeos y persecuciones que resultaron en desplazamientos de 20.000 personas. De la misma forma resultó en la deforestación de selva húmeda tropical. Esas compañías y los paramilitares se engloban en la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma. Fedepalma defiende que sus miembros producen de forma sostenible.
Conclusión
Por todo ello, entendemos como positivos el fenómeno mediático en torno al consumo de aceite de palma que ha resultado a su vez en la negativa al uso de palma en supermercados, aunque esperamos que sea total y que no quede en algo momentáneo como ocurrió con el tema de no dar bolsas. También entendemos que esta opinión generalizada y ya manifiesta debería acompañarse de medidas legales que impidan la entrada de este aceite, su uso y su venta en alimentos procesados, así como sanciones a los gobiernos que la impulsan y a las violaciones de derechos humanos que la acompañan.
El cambio de opinión es de tener en cuenta, pero hace mucho que se habían encendido las alarmas. Este caso nos muestra nuevamente que el consumidor/ciudadana se tiene que informar más y que hay que desconfiar más en los productos procesados industrialmente y en las grandes empresas. Hay muchos productos que todavía no muestran en su etiquetado el aceite de palma. Se debe impulsar la reducción de su consumo y el consumidor debe estar preparado a que si se utilizan otros aceites eso puede encarecer el producto.
Por parte de su uso como agrocombustible, también los últimos movimientos a nivel europeo son bienvenidos. Pero además de cuestionar el uso de palma africana en agrocombustibles se debe buscar formas para paliar las emisiones y eso pasa por reducir el consumo de combustibles fósiles.
Por lo demás, en ambos casos sólo queda el que además de que este aumento de concienciación y las medidas planteadas consigan detener la deforestación, quema de selva, emisiones de GEI, pérdidas de tierras de cultivo, desplazamientos, empobrecimiento de comunidades, represión y otros impactos indeseados, también estas situaciones sean entendidas por las instituciones correspondientes y se actúa de la medida pertinente aprobando normas, creando figuras para proteger esos hábitats, especies y comunidades, y se restablezca la pertenencia de tierras a las comunidades y familias a las que han sido abarratadas.
Publicado por: Eco Sitio (29 de Mayo del 2017)