AUTOR: PERCY BUENDÍA Q.
AMBIENTALISTA
¿Cuáles son las obras que se deben priorizar en el proceso de reconstrucción para potenciar el manejo del recurso hídrico?
La forma de enfrentar un problema de este tipo, como lo definió muy bien el director ejecutivo de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, Pablo de la Flor, es efectuar de inmediato la limpieza de los cauces de los ríos para estar preparados ante la eventualidad de que se repita, a fin de año, el problema de los fenómenos naturales.
En el verano próximo existe una muy alta probabilidad de que ocurran, entonces hay que estar listos, por lo menos, con lo más fácil, que son los cauces limpios para que pase el agua.
Estos trabajos no constituyen la solución definitiva, porque los cauces se volverán a obstruir. Para esa solución definitiva, hay que efectuar estudios detallados y eso tomará tiempo. Tal vez en el transcurso del 2018 tengamos los estudios desarrollados y en ese momento recién comenzaremos a hacer la obra ya de fondo, firme.
Acá, está incluido lo que se debe hacer en el tratamiento de las cuencas, con acciones de reforestación; trabajar diques de contención para las avenidas con el fin de que no vengan las piedras y demás material tipo huaico. En alguna medida se tiene también que retener los sedimentos, la arena, para que no se obstruyan los cauces tan fácilmente.
Revisaremos, además, todo lo que son los diques que, en algunos tramos, parece que no están suficientemente protegidos y hay que enrocarlos para que no se erosionen. Existen varias formas de protegerlos, pues se les pone mallas gavión o se les reforesta.
Estos son trabajos cuyos estudios normalmente demoran un poco, entre 6 y 8 meses, pero no se puede esperar todo este tiempo sin hacer algo.
Por eso, en esta primera fase de prevención, estamos trabajando aceleradamente para preparar los expedientes, con el fin de contratar a las empresas que ejecutarán la limpieza en los cauces, donde se utilizará pura maquinaria, y así dejarlos limpios.
¿En qué zonas se ejecutarán estos trabajos?
Son todos los cauces que sufrieron los problemas de las lluvias pasadas. Suman 20 desde Tumbes hasta Ica. En el caso particular de Piura, quizá también en Chiclayo habrá que limpiar algunos drenes que son grandes y se comportan casi como ríos, pues por ahí pasa el agua cuando vienen los excesos. Se limpiarán para que estén preparados con el fin de transportar el agua. Estos trabajos representarán una inversión de alrededor de 700 millones de soles. Es una primera etapa inmediata.
¿Cuánto se necesita para ejecutar los trabajos de solución definitiva?
Esa fase debe estar por los 6,000 millones de soles porque incluye obras importantes. Hay que ejecutar mejoras en los cauces, los diques tienen que ser debidamente protegidos y diseñar bien esta protección, pues existen diversas opciones. Depende de la velocidad del agua, del tipo de suelo, etcétera.
Esos estudios se hacen con muchas mediciones de campo. En la actualidad no existen. Después ya estaremos listos para comenzar la ejecución de las obras, que calculo tomará 30 meses, ojalá se puedan ejecutar en dos años como está programado, sino, en el peor de los casos, en los 30 meses.
¿Cuántos kilómetros de canales de regadío están afectados?
Existen entre 3,000 y 4,000 kilómetros de canales afectados en distinta medida, unos por el azolve, otros están semidestruidos o dañados. Gran parte se atiende como emergencia y mucho se ha trabajado con los usuarios. En forma directa, el Ministerio de Agricultura y Riego atiende ahora constantemente el tema, pero quedará una parte por hacer.
Hemos comenzado a elaborar el inventario para saber exactamente la ubicación, longitud y el monto que se necesita. Esto lo debemos tener listo para setiembre y así contratar el diseño de toda esa reparación.
¿Este proceso de reconstrucción es una oportunidad para modernizar la infraestructura de riego?
Hablamos de la prevención y reconstrucción, queda la última etapa que el presidente Pedro Pablo Kuczynski denominó el cambio. El Jefe del Estado se refiere al hecho de que hay que mejorar la obra que había, aunque no se haya dañado. Algún cambio debemos hacer para que no se vaya a deteriorar en otro momento.
Por ejemplo, existe la necesidad de mejorar puentes, tal vez no se los llevó el huaico, pero ya tenemos que pensar en reforzarlos. Hay bocatomas que puede ser que no se hayan dañado, pero están mal ubicadas. En Ica trabajamos años atrás, a raíz de El Niño de 1998, y tuvimos que hacer 12 bocatomas nuevas, no se destruyeron, pero estaban mal ubicadas y eran parte del problema de inundación, estorbaban.
Mejorar significa también que si arreglaré un canal que se ha dañado, ya no lo voy a hacer como era antes, todo rústico, sino mejor, de una vez. A eso apunta el Presidente: aprovechar en hacer la obra, pero de mejor calidad.
El 90% de los canales en el Perú son rústicos y si voy a arreglar una parte de ellos, se hará como debe ser. Así, se mejorará el uso del agua y el agricultor tendrá mejores condiciones para su riego.
¿Estas acciones implicarán también un trabajo preventivo con las autoridades y pobladores para cuidar la infraestructura de riego?
El Ministerio de Agricultura está organizando un programa de mantenimiento de esta infraestructura y eso implica que el Gobierno asigne recursos permanentes para que todos los años se ejecute un mantenimiento de cualquier daño que haya sufrido, cualquier mejora necesaria y otros trabajos. Es hacerlo antes y no esperar que se destruya del todo.
Así era antes, pues existía el Perpec [Programa de Encauzamiento de Ríos y Protección de Estructuras de Captación]. Todos los años se hacía y se destinaban 150 millones de soles. El ministerio contaba con máquinas para efectuar todas las mejoras, correcciones y reparaciones antes de que comiencen las lluvias. Este programa desapareció hace cuatro años y ahora se piensa reponer. Esta decisión resulta importante, pues toda obra debe contar con un programa de mantenimiento.
Urgen proyectos de drenaje urbano
Abelardo de la Torre recordó también la preocupación del presidente Pedro Pablo Kuczynski sobre la necesidad de pensar en el drenaje urbano y así contrarrestar el tema de las inundaciones.
“En este tema, el Jefe del Estado fue muy claro y correcto. Las ciudades en el Perú no tienen drenaje, hablamos por ejemplo de Lima y Piura. En la Sierra existen algunos porque como llueve todo el tiempo aprendieron sobre la importancia de habilitarlos, pero en la Costa no hay y ya se vio que se necesitan”.
En Tumbes, Piura y Chiclayo varias partes de las ciudades quedaron inundadas, entonces se necesita una solución, refirió el jefe de la Autoridad Nacional del Agua “Tenemos que buscar cómo atender el problema de la falta de drenaje. Estamos viendo si se ejecutará el macrodrenaje, es decir, alejar de las ciudades el agua que hace más daño, porque el drenaje completo de una ciudad es una obra que normalmente se hace en muchos años”.
No se puede entrar en una localidad y despedazar todo, precisa. “En Trujillo, La Libertad, desviaremos el agua de la quebrada, sacarla de la ciudad; en otras habrá que buscar soluciones para que no se rompa la zona urbana”.
Publicado por: El Peruano (30 de Mayo del 2017)