AUTOR: MALENA MARTÍNEZ
AMBIENTALISTA
Cesar Delgado es entomólogo del IIAP (Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana). Un entomólogo es aquel que estudia insectos. Llegamos a este especialista apasionado, enfocado en su trabajo entre comunidades de la amplia Amazonía de Loreto y otras regiones, por contacto de un contacto de un contacto (lo que se ha convertido en el método de búsqueda más eficiente de especialistas y personajes entrañables para nosotros).
Cualquiera que esté leyendo que tomamos contacto con un entomólogo seguro imaginaría que ahora buscamos explorar el terreno poco conocido de consumir insectos. Sí y no. En el momento en el que el mundo se encuentra en relación con el crecimiento poblacional y la creciente demanda de fuentes proteicas, por supuesto, cabe mirar posibilidades y por qué no saber más sobre una práctica que está además asociada a grupos culturales con los que mantenemos escaso contacto.
PROYECTO
Pero Cesar nos tiene, además de mucha información, una sorpresa dulce. Mieles recolectadas por comunidades en la cuenca baja del río Ucayali, en Requena, Loreto, o la cuenca del río Nanay. De abejas meliponas nativas de dos variedades (M. eburnea y M. nigra). Un proyecto que inició el IIAP con colaboración de una ONG, que busca incluir a más gente de más orígenes, tecnificando la recolección de néctar de especies vegetales que principalmente provienen de bosques primarios o de parcelas de pequeños agricultores. El objetivo es ofrecer una oportunidad de consumir y comercializar un producto de origen y de gran calidad.
Lo más curioso es cómo llegamos a saber de este interesante proyecto. Una cocinera viajera que visitó Perú se comunicó conmigo para que le ayude a establecer contacto con una persona de Iquitos, uno de los destinos que había programado después de recorrer algún punto de costa y andes en nuestro país. Cesar fue una elección perfecta. Un conocedor de la ecología de áreas naturales cercanas a la ciudad, que harían que su viaje de reconocimiento de una zona de la que conocía nada fuese de descubrimiento. Y lo fue. Uno de los hitos, para ella, de su visita guiada, fue ser testigo del proceso de extracción de esta miel. Y el beneficio directo que obtuve de contactarles fue un frasco de vidrio de tapa roja, con el producto al interior. La miel es de color marrón dorado, clara, poco viscosa. Y si bien dulce (como cualquier otra), tiene un sabor ácido muy especial, y matices de olores que la hacen todavía más particular.
COMUNICACIÓN
Este relato viene a responder una de las preguntas que más frecuentemente nos formulan: ¿cómo es que llegamos a conocer de tantos novedosos insumos?
Este país es inmensamente rico en recursos, y a ese factor hay que agregar que existe una gran variedad de grupos humanos adaptados a estas distintas naturalezas. Y en esa variedad notamos el valor que tiene el mantener abierto cuanto canal de comunicación exista. No vaya a ser que nos sorprenda un proyecto de miel exótica fabulosa, que podría participar de una experiencia de comida que te traslada a una comunidad que pertenece a la selva de Loreto. Nunca dejaremos de incidir en lo sorprendente que es el científico peruano en sus ganas de compartir sin esperar absolutamente nada a cambio.
Respondiendo de forma más precisa a la pregunta que mencioné antes: por contacto de un contacto.
Publicado por: El Correo (31 de Mayo del 2017)