No es nueva la sensación de que Europa ha puesto el rumbo hacia la sostenibilidad en marcha y de que la maquinaria del viejo continente comienza a vislumbrar un objetivo común capaz de unir a los pueblos y combatir los desafíos del cambio climático.
AUTOR: JUAN IGLESIAS
AMBIENTALISTA
No es nueva la sensación de que Europa ha puesto el rumbo hacia la sostenibilidad en marcha y de que la maquinaria del viejo continente comienza a vislumbrar un objetivo común capaz de unir a los pueblos y combatir los desafíos del cambio climático.
Existen en Europa gobiernos, ciudades y pueblos que con el apoyo de sus ciudadanos, apuestan por afrontar este inquietante futuro con la ilusión de hallar la manera de convivir apaciblemente con el entorno.
Cada día se pueden leer noticias en uno u otro medio de lo que se está haciendo por Europa en materia de sostenibilidad: desde un pueblo en Finlandia, a un municipio francés, pasando por una región danesa, las políticas a favor del medio ambiente sumadas a la creatividad, ingenio e implicación de los responsables políticos y ciudadanos, generan cierto asombro y esperanza de que un futuro responsable es posible. De la mano de dicha esperanza, quizás, también se haya generado una pequeña chispa de competitividad política, que podría derivar en un beneficio medioambiental magnífico que no debería verse desaprovechado.
Sin embargo, dada su envergadura y ambición, el plan estratégico que se implementó para el barrio de Wilhelmsburg en Hamburgo (2006-2013), es uno de los mejores ejemplos a seguir que se pueden encontrar en Europa. Este proyecto supo aunar todas las necesidades actuales y futuras de una manera integradora, con la participación y consenso de la ciudadanía y de los grupos interesados, convirtiéndose así en modelo y envidia entre distritos y vecinos. El punto de partida era la isla de río más grande de Europa compuesta por muelles, industria y 50.000 personas.
El objetivo principal era cambiar el suministro de energía, pasando de los combustibles fósiles a la energía renovable generada localmente, para convertirse en un distrito autosuficiente energéticamente. La exhibición internacional de edificios de Hamburgo (IBA) fue la plataforma que serviría como instrumento visionario del desarrollo urbano, convirtiéndose en un ejemplo a seguir para el desarrollo sostenible.
Gracias a la estrategia llevada a cabo, se consiguió establecer una serie de proyectos que, junto con una estrategia de comunicación efectiva, propició la base de la renovación urbana responsable, para convertirse después en un referente de la planificación e integración ambiental. A través de dicha estrategia, compuesta de redes de proyectos y de colaboración entre diferentes entidades públicas y privadas, encontraron el engranaje adecuado para afrontar las dificultades y renovar un barrio marginado avocado a la miseria. Así, con buenas dosis de esfuerzo, gestión y consensos, consiguieron implantar una serie de proyectos interrelacionados entre sí.
Uno de los proyectos clave para la remodelación y renovación del distrito fue el proyecto "Cosmopolis", con el que se demostró cómo sería vivir en una comunidad multiétnica y las posibilidades de cooperación y sinergias que albergaba. El proyecto "Metrozones" por su parte, proporcionó un espacio de crecimiento de la ciudad conectando mejor el lugar de trabajo con las zonas residenciales. Mientras que el proyecto "Cities and Climate Change" se centró en combinar crecimiento y sostenibilidad para un futuro compatible con el clima. Otro de los proyectos más sonoros que se realizaron fue el de "Energy Bunker". Este búnker antiaéreo fue reconvertido en una planta energética de energía renovable que abastecida por distintas fuentes (solar, biogás, pellets, y de un proceso de incineración de residuos de una industria cercana).
Mediante la energía generada en el viejo búnker, se abastece hoy en día el suministro de calor de 3000 viviendas del barrio mientras genera suficiente electricidad renovable para 1000 viviendas de la red de distribución de Hamburgo. Además, en lo alto del búnker hay una cafetería que ofrece unas espectaculares vistas de la ciudad y del puerto, y es donde se encuentra la conocida "Colina Energética" de Georgswerder.
Esta colina, antaño un vertedero de basura tóxica, fue recubierta de vegetación y se le añadieron aerogeneradores y placas solares que hoy proveen de electricidad a 4000 viviendas, cumpliendo además función de parque recreacional. Bajo el paraguas del proyecto "Cities and Climate Change" se desarrolló el proyecto "Open House", con el que se construyeron 44 unidades residenciales con un consumo de calor menor a 15kWh/m2/año, alimentado por biogás y una planta de cogeneración que abastece la demanda de temperatura y de agua caliente*. A ello hay que añadirle un sistema fotovoltaico en el tejado que, con todo, supone una disminución de 29 toneladas de CO2 emitido a la atmósfera cada año. *Dicha electricidad se utiliza en parte por los habitantes y en parte se suministra a la red eléctrica Otro proyecto destacado fue el "Top Climate Plan", que abarcaba planeamiento, concesión de pases de energía, implementación de garantías de calidad y seguimiento cada tres años.
Este plan resulta básico y es frecuentemente utilizado para comprobar que el ahorro de energía de las obras de renovación sigue siendo eficaz dotándolo de flexibilidad y adaptabilidad. Sin embargo, no solo se aplicaron acciones físicas para la reducción de las emisiones de CO2. El "Hamburg Energy Partnership" integraba a los ciudadanos en la disminución del consumo de energía en sus hogares, explicando y clarificando oportunidades para el ahorro de energía así como acciones concretas para ponerlas en marcha. Para este propósito, se desarrolló un inventario de consumo de agua y energía para cada casa. Mediante una acción conjunta con los residentes, se desarrollaron planes de acción para la reducción del consumo de energía, que incluían unas pautas sobre comportamiento para el consumo responsable de recursos.
Por su parte, el Atlas Energético fue clave para demostrar que el uso de renovables y de energía de producción local satisfacía la demanda eléctrica de los edificios en 2015 así como la energía térmica para el 2050. Además, también se instalaron carriles bici conectados con el transporte público, aumentando la movilidad sostenible en la región norte de la ciudad.
Todos estos proyectos se complementaban, además, con otros de menor envergadura como aquellos de concienciación ciudadana y participación activa en diferentes sectores y etapas de la planificación. De esta manera los habitantes del distrito estaban al corriente y se sentían parte activa en la transformación de su barrio y orgullosos de afrontar el futuro de una manera sostenible.
Analizando el proyecto llevado a cabo en Wilhelmsburg resulta innegable que para conseguir una relevancia tan importante y una apuesta tan segura es de vital importancia proporcionar una estructura de gobierno que dé cabida a la creatividad y a la innovación. Del mismo modo, es imprescindible proporcionar los recursos necesarios para involucrar a todos los grupos interesados para que aporten así diferentes puntos de vista e ideas y ganar su aprobación mediante un consenso que permita un proceso de regeneración urbana sostenible. Comprobar que cada vez son más los gobiernos locales que afrontan los desafíos ambientales con políticas verdes que enfrentan las prácticas abusivas e irrespetuosas con el medio ambiente y descubrir que la conciencia ambiental se expande es ciertamente esperanzador.
Sin embargo, todavía falta que sean los países en su totalidad quienes tengan una respuesta evidente al respecto y se decanten por políticas nacionales a favor de la sostenibilidad y del uso racional de recursos tomando una posición clara al respecto que satisfaga las necesidades actuales y futuras de la sociedad y la naturaleza. Para lograr esta situación es crucial el papel que desempeñan los gobiernos locales, ya que desarrollan nuevas vías y alternativas al tiempo que repercuten en la sociedad despertando la conciencia de sus ciudadanos y de las localidades vecinas.
Publicado por: Ecoticias.com (19 de Agosto del 2016)