Esta advertencia no deber ser tomada a la ligera, y debería tomarse para Lima y Callao, y verla con enfoque nacional.
AUTOR: GREGORIO BELAUNDE
ABOGADO
Básicamente nos recuerda el poco margen de maniobra que tiene Lima frente a una situación de sequía prolongada, como la que afectó recientemente a Sao Paulo en Brasil, y analiza el fuerte impacto que ello podría tener en las empresas privadas basadas en Lima, y por ende en el PBI del país, y en la situación del empleo.
Esta advertencia no deber ser tomada a la ligera, y debería tomarse para Lima y Callao, y verla con enfoque nacional.
A continuación, me parece necesario hacer algunos comentarios:
Es bueno que alguien nos recuerde una vez más de manera muy concreta a qué punto Lima, la mayor mega-urbe asentada en un desierto, después del Cairo, es vulnerable a la falta de agua, pues esta se malgasta de una manera absolutamente increíble; algunos deben haber visto esas estadísticas comparativas con otras grandes ciudades en cuanto a consumo de m3 de agua por habitante; un monumento a la irresponsabilidad. Y el artículo nos recuerda que este tema es también uno de riesgos financieros para las empresas.
El problema del agua en Lima se comenta regularmente también por el gran problema de esos desarrollos inmobiliarios que se autorizan primero en las municipalidades, y después se ve cómo se hace con la infraestructura de agua y saneamiento; acá faltan reflejos de planeamiento urbano, el “physical planning” o “land-use planning” de los anglosajones, que forma parte del ordenamiento territorial muy común en algunos países de Europa, notablemente en Francia y Alemania; y ya he escrito al respecto; y el manejo sostenible del agua, tanto a nivel rural como urbano es uno de sus aspectos esenciales.
SEDAPAL, a pesar de estar dirigida ahora por alguien de primer nivel, salido de las canteras de gerentes públicos de SERVIR, no lo puede hacer todo y tiene que luchar con limitaciones antiguas; además hay un enorme trabajo de rehabilitación y reemplazo de viejas tuberías por hacer, si no se quiere que un gran sismo en Lima y Callao nos agarre en estado de vulnerabilidad máxima en ese tema.
Ya tenemos un gran problema con el Rímac, con sus altos riesgos de contaminación existente y potencial; ¿qué se está avanzando al respecto? Se olvida además que estaremos entre los más afectados por el cambio climático: riesgo de sequías más prolongadas, pero además, ¿se conoce realmente toda la dinámica del aprovisionamiento en agua de Lima y de lo que podría pasar en las fuentes? Pregunta similar a la que hice en otro post respecto del Cusco frente al riesgo de desaparición de glaciares. Acá el rol del Ministerio del Ambiente, que también debería serlo plenamente de ordenamiento territorial, a mi parecer, es clave. No es sólo un tema de la Autoridad Nacional del Agua.
Se ha estado efectuando grandes esfuerzos en cuanto a reservorios; ¿pero es esto suficiente? ¿no se debería estar haciendo mucho más para aumentar nuestro margen de maniobra frente a sequías severas? La empresa proveedora de agua de Paris publicó hace pocas semanas unos números de pérdida de agua que ellos estimaban malos y que había que mejorar; no recuerdo el porcentaje exacto, pero para nosotros llegar a esos niveles sería como un sueño; o sea, estaban mil veces mejor que Lima, pero igual estaban descontentos y querían mejorar. Bien haríamos en tener asistencia técnica francesa, pues Francia es uno de los países referentes en temas de gestión del agua. Y también deberíamos tener más contacto sobre este tema con Singapur, que ha llegado a niveles de sofisticación elevadísimos en cuanto a recuperación del agua, recurso que maneja como si estuviera bajo amenaza constante de perder el acceso a sus fuentes habituales por actos de hostilidad (enfoque geopolítico); hace varios años escribí sobre cómo con Singapur deberíamos tener una relación que vaya más allá del TLC firmado. Otro país muy interesante en este tema es Israel, como lo son algunos estados árabes.
El mismo sector privado debería tener planes de contingencia frente a este tipo de escenario y al mismo tiempo presionar para una solución pública global. Esta última no puede venir de autoridades regionales o locales que como lo vemos no tienen ni visión nacional ni visión de mediano o largo plazo. Y también porque es intrínsecamente un tema de importancia nacional por lo que está en juego (viendo el peso de Lima y Callao en el PBI nacional), como lo es el tema de la calidad del transporte y de la conectividad en Lima y Callao (donde hemos estado involucionando en cuanto a competitividad, a pesar de los esfuerzos del MTC).
Muchos quisieran refugiarse en la idea de que es muy poco probable que tengamos una sequía muy larga en Lima, para no hacer nada. Bueno, para empezar, pregúntenle a la gente de Sao Paulo, que tuvo hace poco la peor en 80 años. Y luego, eso sería tan absurdo como querer ignorar que podemos tener sismos de magnitud 8.5 Mw o más, o como querer olvidar que los ciclos económicos y financieros mundiales existen, o que los riesgos geopolíticos con serios impactos macroeconómicos existen. O como seguir negando que los fenómenos hidro-metorológicos están empeorando por efecto del cambio climático. No es porque algo no sucedió en varias décadas que no puede volver a suceder, hay que saber prepararse y organizarse en función de los principales riesgos ¿cuántas veces habrá que repetirlo?
Conclusión
Como país, tenemos todavía muchísimas cosas por hacer y desarrollar, con todo el entusiasmo posible, siendo una de ellas mejorar el acceso al agua potable y al saneamiento, pues demasiada gente no los tiene y ese problema es uno de los obstáculos a nuestra competitividad de largo plazo (es una de las causas de la desnutrición, por si no lo saben, y esta afecta la capacidad de aprender); pero es mejor aun cuando esto se hace ocupándose también en serio de los riesgos muy reales cuya materialización nos podría hacer descarrilar. Es como en el fútbol: no basta con tener buenos delanteros para meter goles; hay equipos que los tienen pero igual pierden porque descuidan el mediocampo y/o tienen defensas y arquero débiles.
Es también un tema de resiliencia operativa sistémica a nivel país, que contribuye también a su resiliencia financiera, con mayor capacidad de recuperarse rápidamente. O siguiendo con la comparación futbolística: la capacidad de conservar un buen resultado a pesar del asedio constante del rival y hasta de hacerle más goles en fulgurantes contraataques; y en los equipos mejor organizados, los defensas también se proyectan al ataque y generan y hasta meten goles. O para hacer una comparación con el mundo de la banca, así como hay comerciales que también tienen una buena visión riesgos para optimizar sus esfuerzos, hay gente de riesgos con actitud y visión estratégica comercial.
Publicado por: Diario Gestión (17 de Julio del 2016)