BERLÍN Y
Por
BERLÍN.-
Europa vivió ayer una de las jornadas más erráticas de su breve historia
comunitaria, que revivió los viejos fantasmas que llevaron destrucción y guerra
al continente en el pasado, cuando
La
medida aprobada por Bruselas propone a los países miembros un mecanismo
flexible para lograr que los coches nuevos emitan una media de
“El
plan envía una fuerte señal al mundo sobre la determinación de
Pero
la medida fue recibida en Berlín como una inédita declaración de guerra de
Bruselas contra Alemania y, en especial, contra la poderosa industria
automotriz germana, que luce con orgullo marcas tan emblemáticas como Porsche, VW, Mercedes Benz, AUDI
y BMW.
La
canciller alemana, Angela Merkel,
que fue aclamada hace tan sólo nueve meses en Bruselas por su exitosa gestión,
que hizo posible que la UE se convirtiera en el líder mundial en la lucha
contra el cambio climático, se despojó de su disfraz de paloma y envió desde
Berlín una severa advertencia a Bruselas.
“Se
trata de una política industrial que perjudica a Alemania y no estamos
satisfechos del resultado. No podemos estar de acuerdo con ese plan”, dijo
“Defenderemos
nuestras posiciones de manera intensa para impedir esas propuestas, porque la
propuesta impide la innovación de la industria automotriz. Amenaza el empleo y
no representa un instrumento eficaz en materia de protección climática”, añadió
Steg.
La
inquietud de Berlín es justificada. El plan de Bruselas establece un periodo de
multas aplicadas escalonadamente a partir de 2012. Las multas comenzarán a
partir de 20 euros por coche nuevo por cada gramo excedido por kilómetro de
media sobre toda la flota y se elevarán hasta 95 euros por g/km en 2015.
Pero
una tabla dada a conocer por
“La
propuesta de la Comisión no tiene nada que ver con protección del medio
ambiente, sino que
Su
colega de Economía, el democristiano de Baviera Michael Glos,
fue un poco más lejos y comparó el plan de Bruselas con una “campaña de
aniquilamiento” de la industria automotriz germana. “A causa de las multas
están en peligro miles de puestos de trabajo en Alemania y eso tenemos que
impedirlo”, dijo el ministro Glos.
Fuente: El Universal
20/12/2007