BALI: EL DÍA DESPUÉS
18-12-07, Por Walden Bello *
Un día después del borrascoso final de
las negociaciones sobre el clima en Bali, muchos se
preguntan si en realidad el resultado era, de hecho, el mejor posible, dadas
las circunstancias. Es cierto que EE.UU. regresó al
redil, pero al precio de eliminar del documento final cualquier referencia a la
necesidad de reducir del 25 al 40 por ciento por debajo de los niveles de 1990,
hasta al año 2020, las emisiones de gases de efecto invernadero.
Un
día después del borrascoso final de las negociaciones sobre el clima en Bali, muchos se preguntan si en realidad el resultado era,
de hecho, el mejor posible, dadas las circunstancias. Es cierto que EE.UU. regresó al redil, pero al precio de eliminar del
documento final -
La
mención de las cifras cuantitativas fue reducida a una nota de pie de página,
que hace referencia a algunas páginas del Informe 2007 del Panel
Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés),
que se limita a enumerar varios escenarios de la estabilización del clima. Los
escenarios alternativos van desde un aumento de
¿Habría
sido mejor dejar simplemente que EE.UU. se vaya,
permitiendo así que el resto del mundo forje un acuerdo robusto que contenga
una profunda obligatoriedad de reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero por parte de los países desarrollados? Con la expectativa de que
un/a nuevo/a presidente/a de EE.UU., con una nueva
política en materia del cambio climático, estará en funciones a inicios de
2009, ese país habría tenido que sumarse a un proceso que ya estaría
progresando con metas fuertes y obligatorias. En cambio lo que tenemos ahora es
que, siendo parte del consenso de Bali, los
negociadores de
Bien
podríamos preguntarnos qué habría sucedido si Washington, permaneciendo fiel a
sus inclinaciones ideológicas, hubiese decidido marcharse de la sala, cuando el
delegado de Papua Nueva Guinea destapó la reprimida frustración colectiva de la
conferencia, al emitir su -ahora histórico- desafío: "Pedimos y buscamos
su liderazgo. Si ustedes no están dispuestos a conducir, por favor quítense de
en medio". Como todo el mundo ahora sabe, después de consultas de última
hora con Washington, el negociador norteamericano ablandó la posición de línea
dura que su país había mantenido respecto a la enmienda propuesta por India,
que buscaba que la conferencia reconozca la diversidad de capacidades de los
países en vías de desarrollo para abordar el cambio climático, y dijo que
Washington "procederá a unirse al consenso".
El
objetivo único de conseguir la participación de Washington se tradujo en los
escasos acuerdos en la reunión respecto a obligaciones firmes, salvo por el
plazo dado al grupo de negociación, el "Grupo de Trabajo Ad Hoc sobre
Muchos delegados también se sentían ambivalentes frente a los arreglos
institucionales acordados después de una semana de duras negociaciones
Norte-Sur.
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Un Fondo de Adaptación fue instaurado, pero fue puesto bajo administración de
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Se aprobó, asimismo, un "programa estratégico" de desarrollo y
transferencia de tecnología, que también significó ceder posiciones. Los países
en vías de desarrollo habían defendido inicialmente que el mecanismo sea una
"facilidad" específica, pero finalmente tuvieron que aceptar la
caracterización diluida de la iniciativa como un "programa", debido a
la intransigencia estadounidense. Es más, el programa fue asignado al GEF sin
asignaciones claras de financiamiento, para una empresa que se espera costará
centenares de billones de dólares.
-
Se adoptó
No
obstante, muchos sentían que estos resultados, aunque pobres y mixtos, eran
mejor que nada.
Quizás
la mejor indicación de si la conferencia tuvo razón de dar un giro de casi 180
grados para acomodar a EE.UU. vendrá el próximo mes
en Honolulu, durante
* Walden Bello es analista Senior de Focus on the Global South
y profesor de sociología de