Firmas brasileñas venden sus activos y reducen operaciones

Un débil real y una desaceleración de la economía de Brasil impacta a empresas de la potencia latinoamericana. Casi la mitad de empresas que cotizan en bolsa reportaron pérdidas o menores ganancias.

 

(Reuters) A medida que la economía de Brasil vuelve a desacelerarse, las compañías están recurriendo cada vez más a una herramienta para proteger sus ganancias: el serrucho.

las ganacias del tercer trimestre muestran que muchas de las mayores empresas de capital abierto de Brasil se centraron en volver más eficientes sus operaciones y vender activos para mejorar sus retornos y apuntalar sus balances.

La aproximación más defensiva debería limitar los riesgos financieros antes de que las tasas de interés globales comiencen a subir. Pero al mismo tiempo podría dejar menos efectivo para gastos de capital, impactando la ya baja tasa de inversión de Brasil y manteniendo la economía frenada.

Las ganancias corporativas son apenas la última evidencia de que la economía brasileña se ha desacelerado o quizá hasta contraído en el tercer trimestre. Si bien un estancamieno de los ingresos y mayores niveles de deuda afectaron el gasto de las familias brasileñas, los costos empresariales siguen subiendo a su nivel más acelerado en casi tres años. Y la reciente debilidad del real, que ayuda a los exportadores de materias primas, empeoró la inflación de costos.

Las empresas incapaces de controlar sus gastos lo están pagando caro.

Malos resultados

Casi la mitad de las compañías del índice Bovespa de la bolsa de Sao Paulo que reportaron sus resultados hasta ahora tuvieron ganancias por debajo de lo esperado o pérdidas.

Algunas compañías redujeron rápidamente la escala de sus operaciones, reconociendo que los ingresos no podrían crecer como ellos esperaban.

La decepcionante demanda llevó a la aerolínea Gol Linhas Aereas y al operador de celulares Telefónica Brasil a recortar rapidamente sus plantillas. Y también hubo miles de despidos en las empresas de electricidad, luego que el Gobierno impuso reducciones en las tarifas.

Cada quien responde a su manera al desafío, a medida que un mercado laboral debilitada elevan los precios de la desaceleración económica.

Venta de unidades para afrontar panorama sombrío

Frente al panorama de lento crecimiento brasileño y un débil real, las empresas están vendiendo activos para pagar sus deudas y amortiguar el impacto de los mayores costos del dinero.

La tendencia es liderada por algunos pesos pesados. Esta semana la petrolera estatal Petrobras vendió su unidad en Perú por US$2,600 millones y la gigante minera Vale subastó una participación de US$1,700 millones en el productor noruego de aluminio Norsk Hydro.

Marfrig, el tercer mayor productor de carne bovina del mundo, acordó deshacerse de su unidad de pollos para saldar unos US$ 2,500 millones en deudas y recortar sus gastos de capital.

A menor escala, las aerolíneas y empresas de telecomunicaciones acordaron vender o devolver aviones y torres de transmisión.

 

Fuente: Diario Gestión (19 de Noviembre del 2013)