"Quo vadis, Jorge Chávez?"

 

La capacidad del aeropuerto Jorge Chávez no es suficiente para la demanda y su solución ha sido postergada

 

Cecilia Blume

 

Cuando el 15 de noviembre del 2000 el consorcio formado por Fraport AG Frankfurt Airport Services Worldwide, Bechtel Enterprises Services Ltd. y Cosapi S.A ganó la concesión para operar el aeropuerto internacional Jorge Chávez (AIJCh), nadie pensó lo que sucedería 14 años después. Desde el 2000 el Perú creció sostenidamente, se firmaron 21 tratados de libre comercio, los distintos gobiernos se concentraron en atraer el turismo y el movimiento de pasajeros y carga creció exponencialmente.

Cualquiera que usa el aeropuerto hoy ve más gente y menos espacio. Cualquier pasajero nota que los aviones se estacionan más lejos, se usan distintas puertas de ingreso al terminal y hay congestión en las fajas para maletas.

Según cifras del concesionario LAP, en el 2013 hubo 153.123 movimientos de aeronaves, 14’908.772 pasajeros usaron el aeropuerto y se transportaron 296.517, 44 toneladas de carga aérea.

Lo que debemos preguntarnos es para cuántos pasajeros y carga está preparado el AIJCh y sabremos si lo que vemos a simple vista se refleja en todas las operaciones aeroportuarias. Según los entendidos, el AIJCh puede atender a 10 millones de pasajeros al año, número que se superó ampliamente. Ello se aplica al aumento de carga de exportación e importación. Por ello es indispensable construir la segunda pista de aterrizaje, el nuevo terminal de pasajeros y las plataformas de estacionamiento para aviones. Para lograrlo se expropiaron terrenos que se otorgarán a LAP pero dado que la entrega de los terrenos ha sido parcial, no se han construido las áreas requeridas. El ministro Paredes ha ofrecido que LAP invertirá US$850 millones para triplicar la capacidad de pasajeros del AIJCh.

La ampliación del Jorge Chávez tiene cuatro años de retraso, lo que ha creado un cuello de botella que requiere una solución mientras se construye la segunda pista y el nuevo terminal, lo que tomará aproximadamente seis años más. El crecimiento estimado anual de las actividades del AIJCh es de un 10% y no estamos preparados para ello.

Hoy mismo debemos habilitar un terminal intermedio en las losas que tienen las Fuerzas Armadas en el AIJCh, mientras se construyen las ampliaciones definitivas. Para ello, los ministros Paredes y Cateriano deben acordar la transferencia de estas áreas y empezar los trabajos que impidan el colapso del AIJCh.

Será casi imposible atraer nuevas líneas aéreas en estas condiciones y nuestro ‘hub’ será desplazado por aeropuertos cercanos con más espacio, como El Dorado en Bogotá y el nuevo aeropuerto de Quito. Hoy las líneas aéreas que trabajan en el Perú no pueden crecer en más frecuencias y volar nuevas rutas porque el AIJCH no cuenta con espacio de estacionamiento. Olvidémonos de los premios que ha obtenido el AIJCh a partir de encuestas a los usuarios, pues cada vez la congestión será mayor. En fechas sensibles como 28 de julio o Navidad las colas para migraciones pueden llegar hasta las puertas mismas del aeropuerto pues falta espacio.

Es urgente solucionar este problema que frenará nuestro crecimiento. La opinión pública debe estar atenta y los ministerios involucrados informarnos de sus planes de contingencia. El ministro Paredes solicitó los terrenos pero desconocemos la respuesta. ¿Qué harán el MTC y Defensa?.

 

Publicado en El Comercio el 25 de marzo del 2014