Ballmer defenestrado

 

EL CEO DE MICROSOFT ES UNA VÍCTIMA DEL RÁPIDO DECLIVE DEL NEGOCIO DE LAS COMPUTADORAS PERSONALES.

 

Hasta el pasado 23 de agosto, pocos hubiesen descrito a Steve Ballmer como “a punto de jubilarse”. El CEO de Microsoft ha actuado como un tigre y también como Tigger: gruñendo –aunque desdentado– contra los aparatos de Apple y alardeando en las conferencias sobre las bondades de los productos de su compañía. Pero sí, dentro de un año se jubilará.

La partida de Ballmer es una sorpresa. Apenas en julio había anunciado una reorganización en Microsoft y esperaba supervisar la mayor parte de los cambios. Pero algunos han celebrado su salida: el precio de las acciones de la compañía aumentó 7.3% al día siguiente. Además, Ballmer tenía abundantes críticos pese a que los ingresos de Microsoft se triplicaron durante sus trece años al mando, hasta US$ 77,800 millones anuales a junio, y las ganancias aumentaron de manera similar, hasta US$ 21,900 millones.

Los críticos apuntan al crecimiento de Apple y Google, y señalan que Microsoft pudo haberlo hecho mejor -o entregado parte de sus US$ 77,000 millones a sus accionistas-. En una entrevista con The Seattle Times, Ballmer negó que las presiones de ValueAct, un fondo con una pequeña participación accionaria en la compañía, contribuyeran con su alejamiento.

Microsoft se ubica en lo alto de una pirámide de empresas que prosperaron con el prolongado boom de las computadoras personales (PC), cuya vasta mayoría funciona con su sistema operativo Windows y con los procesadores Intel. Se trata de marcas como Dell, Hewlett-Packard (HP) y Lenovo, entre otras, cuyos equipos son fabricados por contratistas taiwaneses.

El problema es que cada vez más la gente está prefiriendo comprar aparatos móviles, fabricados por Apple o que funcionan con el sistema operativo Android de Google. Las ventas de PC han estado cayendo a tasas de dos dígitos, de modo que desde la cúspide de la pirámide hasta su base, las empresas están desesperadas por actualizar sus PC como por reducir su dependencia de ellas. Pero pocas están teniendo éxito.

Frank Gillett, de la firma investigadora Forrester, estima que la participación de Windows en el mercado de dispositivos personales, que una vez estuvo por encima de 95%, ha caído a alrededor de 30%. Microsoft respondió con tardanza con Windows 8, una nueva edición dirigida a PC con pantalla táctil y tablets lanzada en octubre, con variaciones para tablets más baratas y teléfonos.

Las aplicaciones subyacen detrás de títulos oblongos que se accionan con la yema de los dedos en lugar de íconos accionados con el clic del mouse. El exitoso sistema de entretenimiento Xbox tiene el mismo aspecto. La idea fue que este estilo uniforme ayudaría a transferir el dominio de Microsoft del escritorio al universo móvil y, también, actualizar la PC.

Sin embargo, eso no ha ocurrido todavía. Pocas empresas mostraban la probabilidad de apurarse en comprar Windows 8 e incluso algunas aún no habían adquirido su predecesor, Windows 7. Los consumidores todavía no se acostumbran y una nueva versión programada para octubre próximo, Windows 8.1, les facilitará mantener el antiguo look de las pantallas de sus PC. Solo ahora están apareciendo opciones de PC táctiles e híbridos de tablet y PC.

Surface, la tablet de Microsoft, ha sido un fracaso y la ha forzado a castigar US$ 900 millones en sus últimos resultados financieros. Los teléfonos operados con Windows, que en su mayoría son fabricados por Nokia de Finlandia, están muy por detrás de los iPhone y Android, con apenas el 3.3% del mercado según Gartner, otra firma investigadora. Si bien han desbancado a BlackBerry del tercer lugar, eso no es decir mucho.

Junto a Microsoft en la cúspide de la pirámide, Intel también ha tenido pobres resultados en el mercado de smartphones y tablets, aunque está luchando por adecuarse y en junio presentó un nuevo chip con el que espera darle nueva vida a las PC. Entre los fabricantes de estos equipos, HP intentó salirse del mercado el 2011 y luego despidió al CEO que lo sugirió.

Meg Whitman, su sucesora, eligió la permanencia así como incidir en mejores servicios y software, además del recorte de 27,000 empleos. Todavía tiene mucho trabajo pendiente: los recientes resultados de HP, publicados el 21 de agosto, revirtieron una tendencia al alza de sus acciones. En Dell, que está arañando para mantenerse, su fundador y CEO, Michael Dell, todavía tiene esperanzas de ganar la batalla para que la compañía deje de cotizar en la bolsa. Entre los fabricantes líderes de PC, Lenovo es la que ha aguantado mejor pues su mercado doméstico, China, continúa creciendo aunque a menor velocidad, y está vendiendo cantidades de smartphones.

A pesar de su lento comienzo en el mercado de móviles, Microsoft se mantiene altamente rentable. “Es fácil seguir enfocado únicamente en Windows”, señala David Cearley, de Gartner. La compañía ha sido más rápida que sus rivales para proveer servicios de nube a las grandes empresas. Pese a que el procesador de textos y la hoja de cálculo de Google, que son gratuitos, están amenazando al software Office, Microsoft aún mantiene a la mayoría de sus clientes, a quienes puede vender sus servicios mejorados vía Internet.

El analista afirma que la dirección que Ballmer le ha dado a la compañía “tiene mucho sentido”. Si lo hubiese hecho antes, habría podido quedarse para ser parte de la travesía.

Traducido para Gestión por Antonio Yonz Martínez
© The Economist Newspaper Ltd,
London, 2013