SPRAY PARA REDUCIR TÓXICOS EN
ALIMENTOS
Por Natália Gimferrer Morató
En ocasiones, los alimentos más cotidianos pueden favorecer en el organismo el
desarrollo de enfermedades influidas por factores medioambientales, con una
importante incidencia como agentes causales. Las personas están expuestas a
centenares de compuestos químicos de forma natural, además de los generados por
la industria, que elevan la exposición a varios miles de compuestos químicos. A
pesar de que una dieta equilibrada pretende cubrir todas las necesidades del
organismo y aportar los nutrientes necesarios, los alimentos también contienen
compuestos llamados cancerígenos. Un nuevo producto desarrollado por expertos
del CSIC es capaz de reducirlos.
- Imagen: Tavallai - Un grupo de científicos del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) ha patentado un nuevo y revolucionario
producto para reducir la presencia de compuestos cancerígenos en los alimentos.
Este sistema, de muy fácil aplicación, mediante vaporizador, es capaz de
eliminar hasta un 98% de los compuestos cancerígenos, en concreto de acrilamida
e hidroximetilfurfural, dos compuestos cancerígenos que se forman de manera
natural durante el cocinado de alimentos. Según los expertos, este invento puede
ser la solución a un grave problema de seguridad alimentaria.
Acrilamida e hidroximetilfurfural
Acrilamida e hidroximetilfurfural son algunos de los compuestos más temidos en
seguridad alimentaria, ambos con carácter cancerígeno, que se generan de manera
natural cuando, durante el cocinado, los azúcares y los aminoácidos reaccionan a
las altas temperaturas. Esto ocurre durante los horneados y las frituras, algo
que no sucede durante la ebullición, ya que no reaccionan de la misma manera.
Un producto en forma de spray es capaz de inhibir de forma simultánea acrilamida
e hidroximetilfurfural
Según los análisis realizados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)
sobre los niveles de acrilamida en los alimentos, este compuesto puede formarse
en alimentos fritos u horneados, sobre todo los elaborados a partir de cereales
o patata. Las patatas fritas, biscotes, galletas, aperitivos, bollería, café o
cereales de desayuno figuran entre los más afectados. Por el contrario, en las
patatas o cereales hervidos no se halla la presencia de acrilamida, ya que para
formarse son necesarios azúcares reductores y asparagina, un aminoácido presente
en gran cantidad en los cereales y las patatas.
El hidroximetilfurfural es un compuesto químico formado durante la
descomposición térmica de los glúcidos, que se detecta tras la interacción entre
los azúcares y los aminoácidos. Se ha hallado en una gran variedad de alimentos
como leche, miel, bebidas alcohólicas o jugos de frutas. Ambos representan un
potencial de riesgo en los alimentos y, por tanto, para la salud del consumidor.
Ahora, los investigadores han desarrollado por primera vez un producto capaz de
inhibir de forma simultánea las dos sustancias, un aspecto que puede suponer un
importante avance para la seguridad alimentaria.
Natural y sin alterar los alimentos
La solución es natural, invisible y no altera ni el sabor ni el color de los
alimentos. Los últimos métodos desarrollados hasta la fecha eran eficaces, pero
alteraban las propiedades organolépticas. El nuevo producto está formado, entre
otros, por agua, fibra, antioxidantes, productos naturales, ácido láctico o
acuoso de té de canela y puede aplicarse mediante vaporizador en la superficie
de los alimentos antes de cocinarlos.
Además de una mejora en la seguridad de los alimentos, los expertos añaden una
ventaja económica en el nuevo producto, ya que se requiere una menor cantidad en
comparación con otros inhibidores de la acrilamida que se adquieren en el
mercado actual.
LA ACTUALIDAD DE LA ACRILAMIDA
La ingesta estimada de acrilamida en los consumidores varía según la dieta y los
sectores de población. Sin embargo, se establecen entre 0,4 y 1 microgramo por
kilo de peso y día. No hay una normativa establecida acerca de los límites
tolerables de acrilamida, ya que se está a la espera de los resultados de un
método oficial de análisis. La Agencia Europea de Sustancias y Preparados
Químicos clasifica la acrilamida como sustancia de alto riesgo cancerígeno y su
hallazgo en alimentos representa un problema más serio para las autoridades.
Esta sustancia es habitual en la industria química, en la cosmética o en la
construcción. Su poder neurotóxico, genotóxico y cancerígeno está constatado por
la Agencia Internacional contra el Cáncer (IARC). Desde 2002, y hasta la fecha,
los especialistas estudian el fenómeno de su aparición y buscan nuevas
soluciones de eliminación.
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Fuente: www.elpais.com