¿VUELO BARATO O LOW COST?
Por Ana Palomo
A pesar de la crisis económica internacional, de las tensiones en Oriente Medio
y de la nube volcánica, cada vez se viaja más en avión. Según el Instituto de
Estudios Turísticos (IET), dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y
Comercio, en abril de 2011, los aeropuertos españoles han recibido un total de
5,4 millones de pasajeros. De ellos, un 57,7% corresponde a llegadas efectuadas
en compañías aéreas de bajo coste (CBC) y el 42,3% restante se refiere a
pasajeros llegados en aerolíneas tradicionales. Este dato constata que cada vez
hay más personas que eligen los vuelos low cost para programar sus viajes.
Por ANA PALOMO
20 de junio de 2011
Aerolíneas tradicionales
- Imagen: Joris-Jan -La mejora de las infraestructuras aeroportuarias y la
apertura de nuevas rutas han favorecido el transporte aéreo en España en los
últimos años. En el primer cuatrimestre de 2011, los españoles realizaron 50,9
millones de viajes, lo que supone un crecimiento de un 3% con respecto al mismo
periodo del año anterior. Los viajes en avión aumentan cada día y representan
casi el 12% de todos los realizados en el cuatrimestre, según los datos
provisionales del IET, publicados en abril de 2011.
El desarrollo del transporte aéreo y el consecuente transvase de turistas se han
visto favorecidos por las compañías de vuelos de bajo coste. Cada vez hay más
ofertas y más aerolíneas que operan en los distintos aeropuertos y que ofrecen
viajes a buen precio. Sin embargo, no todas las compañías aéreas son iguales, ni
ofrecen lo mismo.
Las primeras compañías eran propiedad de los estados, en mayor o menor medida, y
además de incluir en su nombre el del país al que pertenecían (Iberia, British
Airways...), llevaban como colores los propios de su bandera. Eran las compañías
aéreas "de bandera" (en inglés se utiliza aún el término "flag carrier" para
denominarlas). Con el paso del tiempo, casi todas se han privatizado.
Las compañías regulares ofertan a menudo vuelos baratos en rutas donde opera una
low cost
En 1987, la UE liberalizó el transporte aéreo y en España se rompió el monopolio
de Iberia, con la irrupción en el mercado de nuevas aerolíneas, como Spanair y
Air Europa, con tarifas muy bajas. En 1989 nació Binter Canarias y en 1994, la
aerolínea regional de Iberia, Air Nostrum. Estas son las cinco líneas aéreas
españolas de vuelos regulares que operan en la actualidad.
Las compañías tradicionales han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos.
Algunas se han unido entre ellas y han creado holdings, como Iberia y British
Airways, que ha dado lugar a IAG (International Airlines Group). La mayoría ha
introducido Internet como nuevo canal de venta de sus pasajes e intenta reducir
costes a través del recorte de sus servicios a bordo. Tratan de adaptar sus
precios a un mercado cambiante con la oferta periódica de billetes más baratos,
sobre todo, en las rutas en las que vuela alguna low cost. También han optado
por entrar en el negocio de las Compañías de bajo coste (CBC), como Iberia con
su filial Vueling.
Los vuelos baratos de las compañías regulares
Las compañías aéreas regulares operan gran cantidad de vuelos baratos -sobre
todo si se compran con antelación- y a los más variados lugares. En ocasiones,
venden pasajes con precios bajos como oferta de lanzamiento a nuevos destinos
turísticos. Otras veces, se consiguen porque la reserva anticipada se ha
realizado en temporada baja o porque el avión, en el momento de la oferta, tiene
muchas plazas libres. A menudo, estas compras se hacen solo a través de
Internet, con lo que la aerolínea se ahorra costes de personal.
En general, para encontrar vuelos baratos, hay que comprar los pasajes con
antelación (entre uno y tres meses), aunque también se pueden conseguir ofertas
en el último momento porque ha quedado libre alguna plaza (vuelos de último
minuto o "last minute").
Los vuelos baratos aterrizan en los aeropuertos principales, más cercanos a las
ciudades
Para conseguir un vuelo barato se deben buscar fechas de salida fuera de
temporada (nunca en puentes o fechas señaladas), entre semana y a horas poco
frecuentes. Casi nunca se encuentra uno con salida a primera hora de la mañana,
ni a última hora del viernes o primera hora del sábado. Los mejores días para
viajar, en este caso, son los martes, miércoles y jueves. Por otro lado, la
fecha de llegada no debe ser la tarde o noche del domingo.
Las características principales de los vuelos baratos son:
• Las aerolíneas tradicionales cuentan con programas de fidelización, a través
de los cuales proporcionan a sus clientes vuelos baratos, además de descuentos
en alquiler de vehículos, plazas hoteleras...
• Aunque las compañías utilizan Internet para ofertar los billetes, también se
venden a través de agencias de viajes.
• Utilizan los aeropuertos principales, con más tráfico y más cómodos por estar
cerca de las ciudades.
• No se cobra por la facturación normal del equipaje y se puede llevar equipaje
de mano.
• Realizan vuelos de corta, media y larga distancia y utilizan varios modelos de
aviones.
• Realizan escalas y conexiones entre varios vuelos.
• Hay distancia suficiente entre asientos (mayor comodidad), que están numerados.
• En sus vuelos de medio y largo recorrido ofrecen servicios a bordo.
• Disponen de una gran cantidad de rutas y destinos, de manera independiente a
su rentabilidad.
Una de las grandes ventajas de los vuelos baratos de las compañías regulares,
con respecto a las "low cost", es que el avión aterriza en el aeropuerto más
cercano a la ciudad y no en aeropuertos secundarios. Además, las líneas
regulares tienen más vuelos a más destinos, tanto de larga, como de media y
corta distancia. No obstante, al comprar un billete de avión conviene comparar
siempre cuánto cuesta el mismo vuelo en distintas agencias de viajes.
Las compañías de bajo coste o CBC
Las compañías de bajo coste surgieron en Europa en los años ochenta, cuando cada
vez más viajeros empezaron a preferir un mejor precio en sus vuelos, incluso con
la pérdida de algo de calidad en los servicios a bordo. Una de las primeras
líneas fue la irlandesa Ryanair (propiedad de Tony Ryan), en 1985. En España
irrumpieron a mediados de los años noventa, pero no alcanzaron su pleno apogeo
hasta los años 2003 y 2004.
Son compañías seguras. Las medidas que adoptan las compañías de bajo coste que
operan en España son similares a las de las aerolíneas tradicionales, aunque
siempre proporcionan menos comodidad y son menos puntuales. Las low cost
intentan que la separación entre asientos sea mínima para añadir filas al avión
y así aumentar el número de pasajeros.
Los vuelos de bajo coste son de corta y media distancia, duran un máximo de tres
horas
Los precios de sus vuelos son más bajos porque han reducido ciertos costes.
Aprovechan al máximo los aviones, ya que permanecen en tierra el menor tiempo
posible. En su flota predominan los Boeing 737 y los Airbus 320 (aviones
pequeños y más adecuados para cortos y medios recorridos), con el fin de
abaratar costes de formación a sus tripulaciones.
En las low cost se realiza la facturación on line y comercializan sus pasajes
sin intermediarios, a través de Internet, con lo que tienen menos gastos de
atención al cliente en tierra. Además, estas compañías suelen suprimir algunos
de los servicios al cliente a bordo (prensa, comidas), que sí ofrecen aún otras
aerolíneas tradicionales. En general, las compañías de bajo coste, vuelan a
aeropuertos secundarios, para pagar menos tasas aeroportuarias. Sin embargo,
Ryanair y la británica EasyJet operan cada vez más desde los aeropuertos
principales y la alemana Air Berlin tiene su hub (centro de operaciones) en el
aeropuerto de Palma de Mallorca. Ryanair, Easyjet y Air Berlín centralizan más
del 90% de los vuelos de las CBC. Para beneficiarse de la llegada de turistas,
algunas comunidades autónomas destinan subvenciones a las compañías de bajo
coste con el fin de que estas fijen sus ciudades como aeropuertos de salida o
destino y revitalicen el turismo.
Las compañías low cost tienen algunas características que las diferencian de las
aerolíneas tradicionales:
• Hacen venta directa de sus pasajes (sobre todo, por internet), no pagan
márgenes a las agencias de viajes y no emiten billetes.
• No tienen, en general, programas de fidelización (aunque Air Berlin sí
proporciona esta opción).
• No ofrecen servicio a bordo gratuito (ni comida, ni prensa) y cobran por la
facturación del equipaje.
• Intentan ocupar al máximo sus vuelos que son, mayoritariamente, vuelos
regulares.
• Sus aviones realizan gran número de vuelos al día y permanecen en tierra el
menor tiempo posible.
• No tienen primera clase, ni business, y los asientos no están numerados.
• Sus vuelos son de corta y media distancia (tres horas como máximo) y utilizan
aviones muy homogéneos (casi siempre Boeing 737 o Airbus 320, para abaratar
costes en el mantenimiento y en la formación de sus tripulaciones).
• No realizan conexiones (priorizan los vuelos punto a punto). Utilizan, casi
siempre, los aeropuertos secundarios, con lo que pagan menos tasas
aeroportuarias.
• En general, son empresas independientes de los turoperadores y de las
compañías aéreas tradicionales.
• Sus estrategias de marketing se basan casi exclusivamente en las ofertas de
sus tarifas y en campañas publicitarias agresivas.
Características comunes a las compañías convencionales y a las low cost
La evolución que el mercado aéreo ha llevado a cabo estos años, muy influenciado
por el desarrollo de las CBC, propicia un cierto acercamiento entre los dos
tipos de compañías, que se ven afectados por la subida de los precios del
carburante.
Debido a la propia evolución de la navegación aérea internacional, muchas
aerolíneas tradicionales cumplen ahora alguno de los criterios que eran
distintivos de las CBC, como la venta directa de los pasajes, la no emisión de
billetes y la ausencia de servicios a bordo (sobre todo, en vuelos de corto y
medio recorrido). Por su parte, algunas low cost comparten determinadas
prácticas con las compañías convencionales, como son los programas de
fidelización de los clientes o la utilización de aeropuertos principales. Por
tanto, algunas características propias de las CBC se han extendido a las demás
compañías y hay otras que se mantienen distintas (la máxima ocupación de sus
vuelos, la falta de conexiones, la máxima utilización de los aviones...).
Todas las compañías aéreas que operan en Europa se someten a un análisis de la
Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA), dependiente de la Comisión Europea, a
través de la llamada inspección SAFA (Safety Assessment of Foreign Aircrafts o
Evaluación de Seguridad de Aeronaves Extranjeras).
Consejos para tener un vuelo sin sorpresas
En general, para evitar sorpresas desagradables en forma de cargos adicionales
inesperados, conviene:
•
Leer con atención los términos y condiciones de los contratos de transporte que
se suscriben con la compañía aérea y la letra pequeña.
•
Tener en cuenta las limitaciones en el número de bultos en cabina, es decir, el
peso del equipaje (las aerolíneas tradicionales permiten hasta 20 Kg de peso
gratuitos en equipaje facturado).
•
La tarjeta de embarque (algunas CBC cobran hasta 40 euros en el aeropuerto si no
se lleva impresa la tarjeta de embarque).
•
La facturación on line.
•
La documentación del viaje.
•
Muchas compañías low cost no admiten a bebés menores de dos semanas. Está
permitido transportar la cuna o el carrito del bebé en los aviones, siempre que
sean plegables y sean modelos homologados que no ocupen demasiado espacio.
•
Las mujeres embarazadas de más de 35 semanas pueden no ser admitidas a bordo, ya
que las compañías aéreas no quieren asumir la responsabilidad de que la persona
pueda dar a luz durante el vuelo. A menudo, se acepta a embarazadas en avanzado
estado de gestación, siempre que lleven un certificado médico o bien si firman
un documento en el que asumen su propia responsabilidad.
•
En cualquier caso, si no se está familiarizado con la contratación de vuelos a
través de internet, lo más recomendable es acudir a la agencia de viajes
habitual. Aunque las agencias se llevan sus márgenes, son profesionales expertos
en la búsqueda de las mejores ofertas, lo cual proporciona una mayor
tranquilidad al viajero.
Fuente: www.elpais.com