EL CLAXON Y LA CONTAMINACIÓN AUDITIVA
Por PROFECO
Generalmente nos preocupamos mucho por la contaminación ambiental, pero pocas
veces pensamos en el ruido. Sobre todo en las grandes ciudades, en las que el
80% del ruido ambiente es generado por el tráfico. En la vía pública, donde
confluyen camiones, automovilistas, escapes, motores, gritos, música y por
supuesto, el claxon, se genera el ruido suficiente para que un 27% de la
población mexicana, que por ahí habita o transita, sufra una pérdida auditiva
que, aunque paulatina y casi imperceptible, se va dando lugar sin marcha atrás.
Por fortuna hay una medida de prevención, tan eficaz como simple, que nos
brindan especialistas de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología:
permanece en el tráfico de manera civilizada. Así de sencillo.
La Organización Mundial de la Salud considera los 50 decibeles como el límite
superior deseable de ruido. Por encima de este nivel de confort acústico ya
podemos tener una disminución auditiva, una afección o trastorno que puede ir
desde los psicológico hasta lo fisiológico. Existen diversos efectos negativos
del ruido sobre nuestra salud como la sordera paulatina, la irritabilidad, la
alteración de la memoria y la atención, provocando problemas de aprendizaje en
los niños.
Si eres automovilista, toma conciencia y considera que la bocina o claxon tiene
que utilizarse únicamente como aviso de un posible accidente no como una vía de
escape al estrés.
Fuente: http://revistadelconsumidor.gob.mx/