TARJETAS DE CRÉDITO CON CHIP INCORPORADO EVITAN EL FRAUDE POR CLONACIÓN
Evitar fraudes por clonación de tarjetas seria una de las principales razones que motivarían a los bancos peruanos para empezar a utilizar nuevas tecnologías
Aquel que pone una tienda o un restaurante en una calle transitada le solicita a Visa y MasterCard un lector de tarjetas de crédito, para poder atender a sus clientes. Sobre todo si sabe que los créditos de consumo vienen en aumento. Esto no es solo un fenómeno local, sino regional. En América Latina existen alrededor de 800 millones de tarjetas de crédito y debito. Pero una de los problemas que acompaña a las tarjetas es que no resulta muy complicado clonarlas y robar el dinero del titular.
Luis Cohen, gerente de transacciones seguras de Gemalto, nos comenta que hace dos años Brasil decidió cambiar la tecnología que utilizaba en las tarjetas para combatir el creciente fraude. Empezó a promover el uso de tarjetas inteligentes (mas difíciles de falsificar) y ya ha conseguido que la tercera parte de los brasileños use esta tecnología.
El problema –que afecta al Perú- es que al incrementarse las medidas de seguridad en las tarjetas de crédito en un determinado país, se suele presentar una migración del delito a los países vecinos en donde todavía no se usa ese sistema de protección (sucedió en Francia e Inglaterra).
Pero eso no es todo. Cohen comenta que visa ha decretado que cuando en nuestra región, más del 50% de los tarjetahabientes usen tarjetas inteligentes, ya no será esa compañía la que asuma la devolución del dinero de un fraude, sino que deberá ser la tienda la que asuma las pérdidas. En términos prácticos, esto significa que a los bancos y comercios locales les conviene migrar de tecnología al mismo ritmo que sus vecinos.
Modelo rentable
En el Perú aun se sigue usando la tecnología tradicional (tarjetas con banda magnética), pero ya se probó en algunos pilotos la aceptación de las tarjetas inteligentes, refiere Nicolás Kecskemethy, gerente general de Segres Systec. “Aun sigue siendo tres veces mas costoso elaborar una tarjeta inteligente en el país, pero la inversión se puede recuperar mas rápido que hace algunos años, tanto si el banco adquiere la tecnología para fabricarlas como si encarga a un tercero su fabricación”, sustenta.
La ventaja que observamos en el Perú, añade Luis Cohen, es que acá ya se hizo lo más difícil: instalar en casi todos los establecimientos comerciales lectores para tarjetas inteligentes (y no solo para banda magnética) e implementar los programas informáticos (back office) que trabajen con ese tipo de equipos. Ahora solo les queda a los bancos emitir las tarjetas e irrenovando los cajeros automáticos para que puedan leer los chips.
El primer banco brasileño que migró al plástico inteligente, cuenta Cohen, recuperó la inversión en dos años y redujo el alrededor del 80% el fraude por clonación. En Perú los bancos también pueden tener un caso de negocio rentable, sobre todo si se valen de algunas estrategias de marketing útiles, como relacionar el producto a los niveles Premium o asociarlos al canje de puntos, si se trata de banca asociada al retail. Incluso se puede utilizar herramientas de personalización (“diseñe usted la presentación de su tarjeta”) e integrar en el chip de tarjeta algunos programas de fidelización que ayuden a generar un mayor consumo con las mismas. “Cada banco estudiará a su propia estrategia, pero ya no se trata de algo que no sea rentable en el mediano plazo”, aseguró.
Fuente: Gestión