EN ENERO CRECIÓ APENAS 7.9%
SE ENFRÍA CADA VEZ MÁS EL CONSUMO DE LAS PERSONAS CON TARJETAS DE CRÉDITO
Por duodécimo mes consecutivo, se desacelera el crédito que se obtiene con el dinero plástico. En un entorno más incierto, consumidores frenan sus decisiones de gasto y la banca ajusta su políticas.
ELIZABETH GARCÍA ANDÍA
Por duodécimo mes consecutivo, se desacelera el crédito que se obtiene con el dinero plástico. En un entorno más incierto, consumidores frenan sus decisiones de gasto y la banca ajusta sus políticas.
El gasto de las familias con tarjetas de crédito se enfría cada vez más .
Al cierre del primer mes del año, el consumo con el dinero plástico alcanzó los S/20, 532 millones, según el Banco Central de Reserva(BCR).
Si bien el financiamiento con tarjetas sigue creciendo, lo hace a ritmos cada vez más débiles. Así, en enero se incrementó 7.9% anual, tasa de expansión menor a la del mes previo (8.2%) y muy inferior a la observada del cierre del 2015 (23.7%).
Inclusive, este es el duodécimo mes consecutivo de desaceleración de tales préstamos. Este comportamiento se explica por la mayor cautela tanto de los consumidores como de los bancos.
Demanda
El incierto escenario económico que se vive ha deteriorado la confianza de las personas. Ello se refleja en una ralentización del consumo interno, lo que a su vez implica un freno en las decisiones de financiamiento de las familias.
La caída de la inversión privada, los escándalos de corrupción y la corrección a la baja de los estimados de crecimiento, han creado un clima de incertidumbre que complica el despegue de la demanda interna.
Ante la reducción de la inversión, la creación de empleos es lenta y los ingresos se estancan, por lo que las familias restringen el consumo y retraen su endeudamiento, explicaron ejecutivos bancarios.
Banca
Este entorno también ha impactado en la banca.
Ante la desaceleración económica y el aumento de la morosidad, desde hace varios meses la banca optó por endurecer sus políticas crediticias, sobre todo en el segmento de tarjetas.
Así, algunas instituciones restringieron los préstamos con plásticos a clientes con menores ingresos y los más jóvenes. Además, para obtener una tarjeta ahora exigen hasta dos años de antigüedad laboral. Esta cautela se refleja en el menor ritmo de crecimiento anual de las líneas de crédito autorizadas de las tarjetas, que en enero apenas aumentaron 3.22%.
Publicado en Gestión, 03 de Marzo de 2017