CALIDAD:¿SOLO TEMA DE CONSUMIDORES?

 

Es la condición del grado de cumplimiento de un bien o servicio con estándares y especificaciones establecidos, sin deficiencias ni fallas, con plena satisfacción del cliente.

 

 

 

 

Kurt Burneo
Profesor- Investigador de Cetrum Católica

 

La ciencia económica, señala que no siempre el libre juego de la oferta y demanda nos lleva a soluciones Pareto eficientes; esto es aquel resultado en el que no es posible mejorar el bienestar de uno sino es a costa del logrado por otro. Ello pasa por la existencia de fallos de mercado, ya sea por la existencia de poder de mercado, externalidades y asimetrías de información; dichas fallas justifican la intervención del Estado, en esta nota concentraremos nuestra atención en estas asimetrías, dadas las implicancias resultantes sobre la identificación de la real Calidad y competitividad de los productos ofertados en nuestros mercados.

La teoría económica señala que los individuos expresan su valoración individual por un bien o servicio a través del precio que están dispuestos a pagar, siendo la curva de demanda aquella que refleja el conjunto de combinaciones de precios y cantidades demandadas alternativas; el caso es que se asume información simétrica; esto es que tenemos disponible la misma información sobre las características del producto a transar al igual que el vendedor… ¿La tenemos realmente como consumidores? ¿O solo creemos tenerla? Compramos asumiendo que la calidad de lo adquirido está alineada a nuestra expectativa; ¿Pero que es calidad? Es la condición del grado de cumplimiento de un bien o servicio con estándares y especificaciones establecidos, sin deficiencias ni fallas, con plena satisfacción del cliente. Para todo esto en las economías modernas ¿Que se necesita? Requerimos a) Existencia y aplicación efectiva de Normas Técnicas (tal como ocurre con muchos productos en el mundo), aplicación de sistemas de gestión de la calidad (ídem) y Uso de instrumentos debidamente calibrados (para que las maquinas que los producen y/o certifican hagan mediciones correctas). El cumplimiento de estos condicionantes están estrechamente vinculados con la implementación en el Perú de la llamada infraestructura de la calidad (IC) definida esta por las actividades de Normalización, Acreditación y Metrología, que responden a una Política Nacional de la Calidad –que ya existe- siendo el Instituto Nacional de la Calidad (INACAL) el ente promotor y desarrollador de esta.

La trascendencia de estos temas que leídos en lenguaje técnico parecieran muy abstractos, en verdad son sumamente concretos; concreción que se evidencia en reflexiones como por ejemplo: ¿Sin calidad nuestros productos podrían ser competitivos?, ¿Sin calidad podremos mejorar el bienestar de nuestros ciudadanos basado en lo que compran o reciben incluso del Estado? ¿Sin conocer la real calidad de lo que se compra en los mercados, estos pueden ser eficientes asignadores de recursos? ¿Los tratados de libre comercio son alcanzables oportunidades para nuestros productores? Y la lista podría seguir; como vemos este tema del conocimiento certero y mejora de la calidad es una condición fundamental para que –y en línea con la teoría- los precios relativos sean eficaces asignadores de bienes y servicios, con implicancias sobre nuestro bienestar como ciudadanos, e implicancias macroeconómicas dado el relacionamiento de la Calidad con la competitividad de nuestros productos.

El tema no es el solo de conocer la calidad de lo que se oferta en los mercados y la búsqueda permanente de mejora de esta no es posible sino que es indispensable como reto mayor que en nuestro país se instale una genuina cultura de la calidad, ¿O alguien puede suponer que el transparentarse la real calidad de lo que se transa en el Perú caerá del cielo? O que tal como estamos, se podrá revertir los US$1,200 Mills de déficit comercial con los 21 países con los que tenemos Tratados de Libre Comercio, cuando a la vez el 82.2% de las empresas formales grandes y medianas en su proceso productivo no usan normas técnicas? En conclusión, Ya sea por las implicancias microeconómicas –léase bienestar de los ciudadanos o funcionamiento eficiente de los mercados- o por las macroeconómicas –competitividad de nuestros productos- El transparentar y desarrollar un proceso de mejora constante de la calidad de lo que producimos, en el marco de una implantada Cultura de la Calidad; resulta vital en cualquier estrategia de inserción en la economía internacional.

 

Publicado en Gestión, 12 de octubre del 2016